Cometido

Sogama es un instrumento de gestión pensado por y para Galicia. Gracias a su labor, la mayor parte de los residuos urbanos producidos en esta comunidad son gestionados de forma correcta, siguiendo la jerarquía establecida por la normativa vigente en la materia, esto es:

• Prevención, a través de medidas tendentes a evitar la generación de residuos bajo la máxima de que “el mejor residuo es el que no se produce”.
• Reducción, aplicando criterios vinculados al consumo consciente y racional.
• Preparación para la reutilización, alargando la vida útil de los productos antes de ser convertidos en desechos.
• Reciclaje, separando los residuos por tipologías y depositándolos en los correspondientes contenedores de recogida selectiva para propiciar su reciclado.
• Valorización material y/o energética, recuperando los materiales reciclables contenidos en la basura en masa (bolsa negra) y transformando en energía eléctrica la parte no reciclable.
• Vertido, última opción dado su negativo impacto para el medio ambiente y la salud pública.

Tres son las fracciones de residuos sobre las que Sogama centra su actividad: bolsa amarilla, bolsa marrón y bolsa negra.

La bolsa amarilla acoge los materiales recogidos selectivamente a través de los contenedores amarillos (envases de plástico, latas y briks), que la empresa selecciona por tipologías en sus instalaciones, concretamente en la Planta de Clasificación (PCLAS), para remitirlos a los centros recicladores, donde se convierten en nuevos productos que se reintegran en el circuito comercial con una nueva vida.

La bolsa marrón identifica la materia orgánica depositada por la ciudadanía en los contenedores marrones para su posterior transformación industrial en compost, un abono natural destinado a la agricultura y jardinería.

La bolsa negra representa la fracción resto introducida por la población en los contenedores convencionales, que Sogama recupera materialmente en una planta con tecnología 4.0, separando, mediante tecnologías de última generación, los elementos reciclables contenidos en la misma (acero, aluminio, vidrio, briks, diferentes tipologías de plásticos, etc) para enviar a la industria transformadora, convirtiendo en electricidad la parte no reciclable.

Esta entidad pública no tiene competencias sobre los residuos introducidos en origen en el contenedor azul (papel y cartón), iglú verde (envases de vidrio), recipiente de pilas y puntos limpios (residuos de carácter especial tales como voluminosos, aparatos eléctricos y electrónicos –RAEE-, aceites, fluorescentes, etc), que son asumidos por los ayuntamientos a través de gestores autorizados para cada tipología.