- La alimentación equilibrada y diversificada constituye la primera premisa, resultando esencial conocer nuestra huella de carbono alimentaria para reducir la adquisición de aquellos productos que requieren un mayor consumo de recursos naturales, resultando prioritario disminuir el desperdicio alimentario.
- Ser consumidores críticos representa igualmente una gran ayuda para avanzar hacia un desarrollo más racional y sostenible. En este sentido, la FAO recuerda que conviene aprender a leer las etiquetas y no dejarse llevar por la publicidad.
- Comer en compañía y cocinar más en casa también ayuda a cuidar el entorno y a ahorrar dinero, habiendo relacionado los investigadores esta buena práctica con menores tasas de obesidad y trastornos de alimentación en los jóvenes.
Cerceda, a 10 de septiembre de 2019.- La alimentación equilibrada, rica en verduras, frutas y legumbres, constituye la primera premisa a tener en cuenta para disfrutar de una vida saludable. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) recomienda reducir el consumo de almidones refinados, azúcar, sal y grasas en general. y, en cuanto a estas últimas, aconseja optar por las insaturadas, presentes en el pescado, las nueces, así como en los aceites de girasol, soja, nabina y oliva, y limitar las saturadas (carnes grasas, mantequilla, etc).
Conocer nuestra huella de carbono resulta esencial para cuidar el entorno, pues la producción de algunos alimentos requieren de muchos recursos naturales, como es el caso del agua. De ahí la conveniencia de diversificar la dieta y optar por el consumo de productos locales, frescos y de temporada, evitar la compra de alimentos con excesivo envase y embalaje, y disminuir la cantidad de comida que cada día acaba en el cubo de la basura.
Ser consumidores críticos también constituye una gran ayuda para avanzar hacia un desarrollo más racional y sostenible. Con tal fin, la FAO recuerda que conviene aprender a leer las etiquetas y no dejarse llevar por la publicidad.
Asimismo, comer en compañía y cocinar más en casa ayuda a cuidar el medio ambiente y a ahorrar dinero, habiendo relacionado los investigadores esta buena práctica con menores tasas de obesidad y trastornos de alimentación en los jóvenes.
TODOS A UNA
Todos (administraciones, empresas y ciudadanos) pueden contribuir a la vida saludable.
Las personas que se dedican a la agricultura desempeñan un papel fundamental en el suministro de alimentos nutritivos. Sus conocimientos y prácticas tradicionales son esenciales en un mundo donde la producción de alimentos se enfrenta a muchos desafíos, como el cambio climático y la limitación de los recursos naturales.
También resultan claves las estrategias de las Administraciones relacionadas con la nutrición y la alimentación sana, al igual que las de las propias empresas, que deben influir de forma positiva proporcionando y apoyando una alimentación sana y asequible para alcanzar el Hambre Cero en el mundo.
Fuente e imagen: FAO
Saludos, Departamento de Comunicación