- Así se recoge en el informe “Contribución de materiales permanentes al uso sostenible de los recursos”, elaborado por la AEA.
- El concepto de “material permanente” busca reemplazar la idea de “consumo” por la de “uso”, de tal modo que el uso no suponga el consumo, y el consumo no acabe con el uso
- El aluminio se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades, constituyendo todo un ejemplo de economía circular.
Cerceda, a 27 de enero de 2022.- La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), que representa a más de 600 empresas del sector, ha elaborado el informe “Contribución de materiales permanentes al uso sostenible de los recursos”, en el que revisa el concepto de material permanente, entendiendo como tal aquel del que, una vez alcanzado el final de la vida del producto, se pueden retener los recursos invertidos en su producción a través de la reutilización o del reciclaje, y ello sin que se produzca una pérdida o aminoramiento de su calidad por muchas veces que este proceso se repita.
El concepto de “material permanente” busca reemplazar la idea de “consumo” por la de “uso”, de tal modo que el uso no suponga el consumo, y el consumo no acabe con el uso. Para ello, durante el uso se debe garantizar la conservación máxima del valor y la regeneración del material para los sucesivos ciclos.
Según el informe de AEA, en sintonía con el estudio de Carbotech, una característica esencial de un material permanente será su permanencia fisicoquímica, que se puede resumir en tres aspectos:
- El material no sufrirá degradación durante su vida útil o, si la sufre, esta no comprometerá las características funcionales de origen.
- El material permite el reciclaje, alcanzando el mismo nivel de calidad o de características funcionales que el original.
- El material permite el reciclaje sin que se requiera la adición significativa de material primario para fabricar un producto con el mismo nivel de prestaciones.
El aluminio se caracteriza por su elevada reciclabilidad y porque, durante el proceso de reciclaje, apenas es necesario incorporar pequeñas cantidades de aluminio primario y de algunos elementos aleantes, por lo que el aluminio reciclado puede sustituir, en los mismos términos de calidad, al primario; proceso que, además, puede llevarse a cabo cuantas veces se requiera sin menoscabo de la calidad del material.
Asimismo, mientras está en ciclo de uso, las propiedades del aluminio no se degradan gracias a su resistencia frente a los principales agentes corrosivos a los que se encuentra expuesto.
En definitiva, el aluminio, como material permanente acreditado, garantiza un modelo circular en su uso que nunca se agota y que no precisa incorporar más materia prima virgen dentro del circuito de reciclado y reutilización.
Fuente: Gestores de Residuos
Imagen: Pixabay