- Con motivo del Día Internacional de los residuos electrónicos, los expertos piden a los distintos sectores sociales un mayor esfuerzo para recuperar las principales materias primas que los componen y reducir la necesidad de buscar nuevos recursos en el entorno natural.
- En 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de RAEE, un 21% más que en 2014, y la previsión es que se alcancen los 74 millones de toneladas en 2030.
- Se calcula que, en Europa, 11 de cada 72 artículos electrónicos en un hogar tipo ya no están en uso o están rotos.
Cerceda, a 14 de octubre de 2021.- En el marco del E-Waste Day 2021, Día Internacional de los residuos electrónicos, que se conmemora hoy mismo, los principales expertos piden a ciudadanos, empresas y gobiernos que realicen un mayor esfuerzo para recuperar las principales materias primas que los componen y reducir la necesidad de buscar nuevos recursos en el entorno natural.
Se estima que la cantidad de RAEE que se producirá en 2021 será del orden de 57,4 millones de toneladas, un peso mayor que el de la Gran Muralla China.
En 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de RAEE, un 21% más que en 2014 y la previsión es que se alcancen los 74 millones de toneladas en 2030.
Estos datos se traducen en un crecimiento anual de 2 millones de toneladas, un problema atribuido a las mayores tasas de consumo de productos electrónicos (que aumentan un 3% anual), ciclos de vida del productor más cortos y opciones de reparación limitadas.
Se calcula que, en Europa, 11 de cada 72 artículos electrónicos en un hogar tipo ya no están en uso o están rotos. Anualmente, se acumulan por ciudadano de 4 a 5 kg de productos eléctricos y electrónicos sin usar antes de ser desechados.
Un estudio en Francia estima que entre 54 y 113 millones de teléfonos móviles, con un peso de 10 a 20 toneladas, duermen olvidados en cajones u otros espacios de las viviendas.
En EEUU se considera que el 40% de los metales pesados existentes en los vertederos provienen de productos electrónicos desechados. En este país se desperdician más de 151 millones de teléfonos al año (del orden de 416.000 al día).
Sin embargo, en peso, los grandes electrodomésticos desechados, como estufas y refrigeradores, constituyen el mayor problema en el ámbito de los residuos electrónicos.
MATERIALES VALIOSOS
En el caso de los teléfonos móviles, tablets, ordenadores y otros pequeños aparatos de tecnología de la información, existen muchos factores que desalientan el reciclaje en el ciudadano, incluida la seguridad de los datos, el valor del producto, los puntos de retorno difíciles de alcanzar y la incertidumbre sobre el reciclaje adecuado, entre otros.
Ruediger Kuehr, director del Programa SCYCLE y jefe de la oficina del UNITAR en Bonn, estima que en todo el mundo se están acumulando aproximadamente de 9 a 12 Mt de AEE rotos o no utilizados. “Una tonelada de teléfonos móviles desechados es más rica en oro que una tonelada de mineral de oro”, aseguró.
INCREMENTO DE LOS USUARIOS DE INTERNET
Un informe europeo reciente dice que “la demanda de video, películas, clips de redes sociales y la transmisión de juegos ocupan cerca del 85% del ancho de banda de los centros de datos”. Se apunta que los usuarios de Internet se han duplicado desde 2010, el tráfico ha crecido aproximadamente un 30% anual y, para 2023, los usuarios en todo el mundo serán 5.300 millones (66% de la población mundial).
Asimismo, se considera que los usuarios de Internet móvil aumentarán de 3.800 millones en 2019 a 5.000 millones para 2025, mientras que los dispositivos conectados se duplicarán de 12.000 millones a 25.000 millones en ese mismo período.
Todo esto y los usos emergentes en la nube, 5G, automóviles autónomos, blockchain, aprendizaje automático y otras áreas de inteligencia artificial requieren un número cada vez mayor de servidores, millones de ellos en centros de datos.
Los fabricantes de productos tienen un papel importante que desempeñar junto con el de los consumidores. Según indica el informe, “El rápido desarrollo de teléfonos móviles ha llevado a una dependencia del mercado en el reemplazo acelerado de dispositivos más antiguos. Los dispositivos móviles afectan al medio ambiente de muchas maneras a lo largo de su vida útil, pero el impacto puede reducirse y extenderse durante un período más largo mediante la aplicación de principios de economía circular, incluido el control de producción, la reutilización de dispositivos, la remanufactura, el reciclaje y un diseño circular mejorado que implica la selección, estandarización y modularización de materiales y componentes fáciles de desmontar”.
Fuente: Recyclia
Imagen: Pexels