- El objetivo es que pase de centrarse en la reciclabilidad a la sostenibilidad, que sea específico para el país y la región de compra del producto e informe al público sobre el contenido de aditivos plásticos
- El estudio ha sido publicado en la revista Environmental Science & Policy
Cerceda, a 30 de marzo de 2022.- La contaminación por plásticos es un problema creciente que ha llegado a prácticamente todo el mundo: desde el Ártico hasta el Monte Everest. Algunos de los principales obstáculos para atajarlo es el etiquetado simplista y poco útil de los productos de plástico y las más que mejorables tasas de reciclaje, incluso en los países mejor equipados.
Expertos de las universidades de Exeter y Bath (Reino Unido) y la de Queensland (Australia) proponen un nuevo sistema de etiquetado de aplicación internacional que pase de centrarse en la reciclabilidad a la sostenibilidad, que sea específico para el país y la región de compra del producto e informe al público sobre el contenido de aditivos plásticos. Así se recoge.
Los investigadores consideran que “la mezcla de productos de plástico es tan compleja y confusa, que la industria debe ser responsable de las instrucciones claras, precisas y accesibles sobre la mejor manera de eliminarlos”. No obstante, insisten en que sus recomendaciones no deben restar importancia a la necesidad urgente de utilizar menos plástico, especialmente los artículos de un solo uso.
En la actualidad se producen en todo el mundo unos 368 millones de toneladas de plástico al año. Las estimaciones de las tasas de reciclaje varían enormemente. Por ejemplo, Alemania recicla el 62% de sus residuos plásticos, muy por encima de la media europea del 30%. Por su parte, China recicla aproximadamente un 25%, mientras que la cifra en Estados Unidos es de solo un 8%.
EL EJEMPLO DE LAS TAZAS DE CAFÉ
Respecto a la confusión de los consumidores, uno de los expertos pone el ejemplo de las tazas de café de un solo uso de bioplástico PLA (ácido poliláctico).
Muchas de estas tazas se etiquetan ahora como reciclables y compostables, pero se trata de procesos distintos. Dependiendo de la composición de la taza, podría ser reciclable, pero depende de si las instalaciones locales están equipadas para procesar el PLA. Por lo tanto, puede que no sea adecuada para el contenedor de reciclaje.
También podría ser compostable, aunque muchos de estos vasos solo pueden descomponerse en un proceso de compostaje industrial (no en uno de autocompostaje en el jardín).
«Si alguien utiliza uno de estos vasos y ve un contenedor de reciclaje y otro de ‘residuos generales’, ¿dónde debe depositarlo? La mayoría de la gente no lo sabe y, de hecho, la respuesta puede depender de varios factores que no se suelen indicar. Nuestras sugerencias para un nuevo sistema de etiquetado basado en una escala de sostenibilidad están pensadas para atajar esta confusión».
El estudio ha sido publicado en la revista Environmental Science & Policy.
Fuente: Residuos Profesional
Imagen: Pexels