- Así se recoge en una publicación lanzada recientemente por WWF, el PNUMA, EAT y Climate Focus.
- El informe identifica 16 medidas que los responsables de formulación políticas podrían adoptar en toda la cadena de valor de los alimentos: desde las granjas hasta la mesa de los consumidores.
- Entre las mismas figuran frenar el cambio de uso de la tierra y la conversión de hábitats naturales, así como disminuir la pérdida y el desperdicio alimentario, sin olvidar la necesidad de cambiar hacia dietas más sostenibles.
Cerceda, a 15 de septiembre de 2020.- De acuerdo con una publicación lanzada recientemente por WWF, el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), EAT y Climate Focus, los países pueden mejorar las posibilidades de alcanzar los objetivos climáticos y limitar el calentamiento a 1,5˚C a finales de siglo mediante la adopción de compromisos más específicos para transformar los sistemas alimentarios nacionales.
El informe identifica 16 medidas que los responsables de formulación políticas podrían adoptar en toda la cadena de valor de los alimentos: desde las granjas hasta la mesa de los consumidores. Entre las mismas se contempla frenar el cambio de uso de la tierra y la conversión de hábitats naturales, así como disminuir la pérdida y el desperdicio alimentario, sin olvidar la necesidad de cambiar hacia dietas más sostenibles. Estas acciones representarían la oportunidad de reducir las emisiones hasta en 12,5 Gt de CO2e, lo que equivaldría a retirar 2.700 millones de automóviles de las carreteras.
En virtud del Acuerdo de París de 2015, se espera que los países revisen o vuelvan a presentar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) cada cinco años. Por tanto, en este 2020 tienen la opción de adoptar soluciones para los sistemas alimentarios y establecer objetivos más ambiciosos con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, a su vez, mejorar la seguridad alimentaria, la salud pública y la protección de la biodiversidad.
Los sistemas alimentarios -que reúnen todos los elementos y actividades relacionados con la producción, el procesamiento, la distribución, la preparación y el consumo de alimentos- representan hasta 37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe concluye que los países desarrollados tienen menos probabilidades que los países en desarrollo de prever, en sus actuales planes climáticos, medidas de mitigación específicas para el sector agrícola, aunque en términos absolutos, el número de medidas específicas para disminuir las emisiones en el sistema alimentario de los países en desarrollo también es bajo.
Hasta agosto de 2020, se han presentado 15 actualizaciones y revisiones de NDC y, aunque algunas incluyen la agricultura, todavía faltan actuaciones. Los primeros indicios apuntan a que el consumo sostenible de alimentos y la pérdida y el desperdicio seguirán siendo ignorados en el proceso de revisión.
Además de aumentar la ambición en sus NDC, los países tienen una serie de encuentros en los que llegar a acuerdos para reducir las emisiones y preservar la naturaleza a través de los sistemas alimentarios. En 2021, en el contexto de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP 15), los líderes mundiales pueden llegar a un nuevo pacto para detener y revertir la pérdida de biodiversidad. Además, el próximo año se celebrará la primera Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios, cuya transformación, tal y como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, “es fundamental para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente