- La transformación de la economía europea es necesaria para salvaguardar la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos, especialmente en el contexto actual de inestabilidad geopolítica y retos mundiales crecientes
- Solo tendrá éxito si es justa e inclusiva, y si todos los ciudadanos pueden aprovechar los beneficios que ofrece la doble transición ecológica y digital.
- Además de luchar contra el cambio climático, contribuirá a reducir la factura energética y la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles
Cerceda, a 14 de marzo de 2022.- Recientemente, la CE presentó una Comunicación sobre el modelo europeo de crecimiento, recordando los objetivos comunes con los que la UE y sus Estados miembros se han comprometido en materia de transición ecológica y digital, así como de refuerzo de la resiliencia social y económica.
Reconoce que la economía europea está experimentando transformaciones sin precedentes en un contexto de grandes incertidumbres relacionadas con las perspectivas mundiales y de seguridad.
INVERSIONES Y REFORMAS
La transformación de la economía europea es necesaria para salvaguardar la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos de la Unión, y se basa en dos pilares igualmente importantes: inversiones y reformas. Las inversiones son fundamentales para un crecimiento sostenido y sostenible, así como un requisito previo para una transición verde y digital acelerada. Sin embargo, deben ir acompañadas de reformas para garantizar que todas las normas de la UE estén en consonancia con los objetivos clave de la UE.
TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y DIGITAL
La transición ecológica es una oportunidad para situar a Europa en una nueva senda de crecimiento sostenible e inclusivo. Además de luchar contra el cambio climático, contribuirá a reducir la factura energética y la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles, mejorando así la seguridad energética y de recursos de la Unión.
La Brújula Digital propuesta por la Comisión establece los objetivos digitales de la Unión para 2030 y, para alcanzarlos, la UE debe intensificar las inversiones en tecnologías digitales clave como la ciberseguridad, la computación en nube, la inteligencia artificial, los espacios de datos, la cadena de bloques y la computación cuántica, y los semiconductores, sin olvidar las capacidades pertinentes. La transición digital también contribuirá a los objetivos ecológicos, con sinergias en muchos ámbitos de una economía circular inteligente.
Al mismo tiempo, la Unión debe abordar los riesgos y las incertidumbres, también en el contexto de la actual inestabilidad geopolítica. Si bien la mayoría de las empresas y la cadena de suministro demostraron un alto grado de resiliencia y adaptabilidad durante la pandemia, la crisis y la posterior recuperación han puesto de manifiesto una serie de puntos débiles en determinados ámbitos. Entre ellos figuran los cuellos de botella en la logística y la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y de capacidades, las amenazas cibernéticas y los problemas de seguridad del suministro relacionados con sectores clave de la economía, como ocurre actualmente en el sector de la energía.
La transformación de la economía europea solo tendrá éxito si es justa e inclusiva, y si todos los ciudadanos pueden aprovechar los beneficios que ofrece la doble transición ecológica y digital.
Por lo tanto, el modelo europeo de crecimiento necesita una fuerte dimensión social que se centre en el empleo y las capacidades para el futuro.
Saludos, Departamento de Comunicación