- Advierte que, si bien ha habido avances significativos, alcanzándose en 2019, y de forma colectiva, el 6,2% de los objetivos de contenido reciclado postconsumo, los esfuerzos siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos, que principalmente se sustituyen por otros plásticos o papel.
- Debido a que, para hacer frente al problema de la contaminación plástica, se deberá reducir al 50% el uso de los plásticos para 2040, la ONU señala que las empresas deberán establecer hojas de ruta creíbles con objetivos más ambiciosos y alcanzables, acompañados de políticas y mecanismos por parte de los gobiernos que faciliten la circularidad de estos productos.
Cerceda, a 1 de diciembre de 2020.- Dado que los plásticos suponen una amenaza para el planeta y nuestra propia salud, unas 250 empresas y organizaciones públicas y privadas firmaron en el 2018 el Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos, un documento en el que se define la hoja de ruta con la que se pretende alcanzar la circularidad en el ciclo de vida de los plásticos para 2025.
El grupo signatario, que en la actualidad cuenta con 500 entidades adscritas, ha realizado, según los datos recogidos en el segundo balance de progreso acometido por la ONU, en colaboración con la Fundación Ellen MacArthur, avances significativos en dos áreas clave: la incorporación de contenido reciclado en envases de plástico y la eliminación progresiva de los mismos en embalajes y en productos de usos limitados, como las pajitas o las bolsas de plástico.
En este documento se muestra que se han alcanzado, de forma colectiva, el 6,2% de los objetivos de contenido reciclado postconsumo en 2019. Este aumento se ha traducido en una reducción del 0,1% en el volumen total de plástico virgen utilizado en estas empresas en ese mismo periodo, logrando en total una disminución del 1,9%.
También se indica que la gran mayoría de los signatarios (100% de los gobiernos y el 81% de empresas con plásticos problemáticos o innecesarios dentro de sus carteras) han informado el año pasado que tienen planes o medidas para eliminar o reducir el plástico virgen en los empaques o eliminar los empaques plásticos por completo.
Asimismo, el informe destaca que los esfuerzos de eliminación siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos, que principalmente se sustituyen por otros plásticos o papel. Solo el 23% de los ejemplos informados por los signatarios utilizaron métodos innovadores para repensar fundamentalmente los envases, productos y cadenas de suministro para reducir la necesidad de embalaje en primer lugar.
A tenor de los datos, la ONU advierte de diferencias significativas en el nivel de progreso de los distintos signatarios ya que, “mientras algunos han dado grandes pasos, otros han mostrado poco o ningún progreso con respecto a los objetivos cuantitativos”.
Debido a que, para hacer frente al problema de la contaminación plástica, se deberá reducir al 50% el uso de los plásticos para el 2040 (una década en la que, por otro lado, se espera que se duplique la producción de estos materiales), la ONU señala que, si se quiere realmente atajar este problema, las empresas deberán establecer hojas de ruta creíbles con objetivos más ambiciosos y alcanzables, acompañados de políticas y mecanismos por parte de los gobiernos que faciliten la circularidad de estos productos.
Fuente: Gestores de Residuos
Imagen: Pixabay