• Financiado por la UE, a través del programa Horizonte 2020, con esta iniciativa se pretende llevar al mercado soluciones avanzadas de bioplástico como alternativas viables a los plásticos de un solo uso.

• Los socios del proyecto, que ascienden a 24 y pertenecen a distintos países europeos y sudamericanos, asumirán la ampliación, demostración y validación de un total de ocho aplicaciones finales que incluyen los envases alimentarios, los cubiertos y las redes de pesca.

• Las nuevas soluciones tendrán una mayor durabilidad, un mejor diseño con el que facilitar un reciclaje más eficiente, y una mayor biodegradabilidad que permitirá que los plásticos se descompongan tras su uso.

Cerceda, a 6 de febrero de 2020.-  Un proyecto financiado por la Unión Europea bajo el acrónimo “SEALIVE” (“Estrategias de economía circular y soluciones avanzadas de base biológica para mantener vivas y libres de la contaminación por plásticos a nuestras tierras y mares”) pretende llevar al mercado soluciones avanzadas de bioplástico como alternativas viables a los plásticos de un solo uso.

Los socios del proyecto, que ascienden a 24 y pertenecen a distintos países europeos y sudamericanos, entre ellos España, asumirán la ampliación, demostración y validación de un total de ocho aplicaciones finales que incluyen los envases alimentarios, los cubiertos y las redes de pesca.

El consorcio está conformado de una forma muy equilibrada por empresas, industrias, organizaciones sin ánimo de lucro y científicos especializados con gran experiencia en el sector del plástico, reciclaje y biopolímeros.

Bajo la coordinación de ITENE (Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística), el equipo de trabajo, conformado por más de 50 expertos pertenecientes a empresas de todas las etapas de la cadena de valor de los plásticos, combinará soluciones bioplásticas avanzadas con tecnología de procesamiento de vanguardia y desarrollará modelos comerciales sostenibles para su uso a fin de evitar que el plástico tradicional se convierta en residuo.

Las nuevas soluciones tendrán una mayor durabilidad, un mejor diseño con el que facilitar un reciclaje más eficiente, y una mayor biodegradabilidad que permitirá que los plásticos se descompongan tras su uso.

Las recomendaciones del proyecto SEALIVE para establecer nuevas normativas ayudarán igualmente a la adopción de estrategias circulares viables en la reducción de la presencia de plásticos en el planeta.

Con un presupuesto de 10,5 millones de euros, el proyecto, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, estará en vigor hasta 2023.

Fuente: ITENE

Imagen: Pixabay

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