- Así lo manifestó el presidente de Sogama durante su intervención en el Simposium “Urban Solutions”, que concluyó hoy mismo en Vigo
- La ponencia de Javier Domínguez se centró en la contribución de Waste-To-Energy (WtE) a la reducción del impacto de la actual crisis energética, pues, más allá de aminorar el uso del vertedero, permitiría disminuir la dependencia externa de España de los combustibles fósiles
- Aportó también una visión global de la valorización energética en Europa, aludiendo de forma particular a la planta de CopenHill, en Copenhague, pues, más allá de producir electricidad y calor, cuenta con una pista de esquí y la pared de escalada más alta del mundo, desempeñando una función social
Cerceda, a 22 de septiembre de 2022.- En el marco del Simposium “Urban Solutions”, que concluyó hoy en Vigo tras tres intensas jornadas en las que se han abordado temáticas tan interesantes para el desarrollo de las ciudades sostenibles como es el caso de la energía, la movilidad, la iluminación y las infraestructuras urbanas, el presidente ejecutivo de Sogama, Javier Domínguez, participó en esta cita en calidad de ponente, concretamente en la sesión sobre “Ciudades, Energías Renovables, Seguridad y Medio Ambiente”, que moderó Ana Botas, gerente de VIRATEC (Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular), para hablar de la contribución de Waste-To-Energy (WtE) a la reducción del impacto de la actual crisis energética de la que nadie escapa.
WtE EN EUROPA
Tras una introducción a la actividad de Sogama, a la que se refirió como un claro ejemplo de economía circular por su capacidad para transformar residuos en recursos, el máximo responsable de esta Sociedad abundó en los beneficios que reportaría a España la valorización energética de la fracción no reciclable, ya que, más allá de reducir el uso del vertedero, la peor de las opciones debido a su negativo impacto sobre el medio ambiente y la salud, se aprovecharía el potencial de la energía contenida en los desechos, en lugar de enterrarla, contribuyendo de esta forma a reducir la dependencia externa de nuestro país de los combustibles fósiles.
Asimismo, aportó una visión global de la valorización energética en Europa, que concentra cerca de 500 plantas, destacando Francia, con 121, o bien Alemania, con 96.
Tal y como indicó, a día de hoy, y según FEAD (Federación Europea de Gestión de Residuos), las instalaciones europeas WtE pueden suministrar electricidad a 18 millones de habitantes y calor a 15,2 millones, con la particularidad de que el 50% de la energía producida en las mismas es renovable debido al origen biogénico de los residuos. Como ejemplo puso la planta de Sysav, en Malmö (Suecia), que cubre las necesidades térmicas de esta ciudad de 300.000 habitantes, así como la planta de Wuppertal, en Alemania, que genera hidrógeno para alimentar los autobuses del transporte público, y la de Giubiasco, en Suiza, que alimenta la red eléctrica nacional y cubre las necesidades de unos 23.000 hogares. Asimismo, destacó que alrededor del 50% de la red de calefacción urbana de París se abastece de las tres plantas WtE que hay en la ciudad.
Mención especial hizo de la planta de CopenHill, en Copenhague, la primera que cuenta con una pista de esquí y la pared de escalada más alta del mundo, y que tuvo la oportunidad de visitar personalmente. Más allá de proporcionar electricidad a 80.000 hogares y calefacción urbana a 90.000 apartamentos, tiene un importante uso social, sirviendo como área de ocio, deporte y recreo para las comunidades vecinas y turistas.
EL CASO DE ESPAÑA
En España, que cuenta tan solo con 12 plantas WtE, todavía se depositan en vertederos 11,8 toneladas de residuos urbanos, el 53,4% de los generados, siendo responsables del 4% de las emisiones GEI. Si estos residuos se valorizasen energéticamente, se cubrirían las necesidades energéticas de 1,25 millones de hogares o, lo que es lo mismo, el consumo de 5,5 millones de personas.
Ante este escenario, Javier Domínguez, apuntó que, para cumplir con el vertido técnico cero en 2035, objetivo establecido por el Parlamento Europeo, el tratamiento en plantas WtE en España debe llegar, al menos, al 25%. Esto significa que en nuestro país se debe duplicar el número de instalaciones de estas características.
Saludos, Departamento de Comunicación