- Según estimaciones de la FAO, hasta un 40% de los cultivos alimentarios a nivel mundial se pierde cada año debido a las plagas y enfermedades que padecen las plantas.
- Como consecuencia de ello, millones de personas padecen hambre y se perjudica gravemente la agricultura, principal fuente de ingresos de las comunidades rurales pobres.
- Evitar sustancias venenosas cuando se trata de plagas, no solo protege el medio ambiente, sino que también protege a los polinizadores, los organismos beneficiosos, las personas y los animales que dependen de las plantas.
Cerceda, a 18 de enero de 2020- Las plantas constituyen la fuente de la mayor parte del aire que respiramos y los alimentos que comemos, pero en muchas ocasiones sie desconoce cómo mantenerlas saludables.
Las plantas y los animales (incluidos los humanos) están estrechamente conectados y no pueden sobrevivir sin los microorganismos que garantizan la salud del suelo. Según estimaciones de la FAO, hasta un 40% de los cultivos alimentarios a nivel mundial se pierde cada año debido a las plagas y enfermedades que padecen las plantas y, como consecuencia de ello, millones de personas padecen hambre (a nivel global, más de 820 millones de personas son víctimas de la desnutrición, un número que va en aumento) y se perjudica gravemente la agricultura, principal fuente de ingresos de las comunidades rurales pobres.
Las políticas y acciones para promover la salud de las plantas son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 y 2: Fin de la Pobreza y Hambre Cero.
Por estas y más razones, 2020 ha sido nombrado el Año Internacional de la Sanidad Vegetal por la Asamblea General de la Naciones Unidas.
Además de los riesgos que supone la degradación ambiental, según la FAO los viajes y el comercio internacional se han triplicado en la última década y pueden propagar rápidamente plagas y enfermedades por todo el mundo, causando importantes daños a las plantas autóctonas y al medio ambiente.
Proteger las plantas de plagas y enfermedades es mucho más rentable que hacer frente a las emergencias fitosanitarias a gran escala, ya que, con frecuencia, las plagas y enfermedades son imposibles de erradicar una vez que se han establecido, y su gestión requiere mucho tiempo y dinero. En este sentido, la prevención es fundamental.
Evitar sustancias venenosas cuando se trata de plagas, no solo protege el medio ambiente, sino que también protege a los polinizadores, los organismos beneficiosos, las personas y los animales que dependen de las plantas.
Otras medidas recomendadas por la FAO, y a adoptar por los países y organizaciones, son la precaución al trasladar plantas y productos vegetales a través de las fronteras, la seguridad en su comercio, garantizando el cumplimiento de los estándares internacionales de sanidad vegetal, invertir en desarrollo de capacidades, investigación y divulgación, y fortalecer los sistemas de monitoreo y alerta temprana para proteger la salud de las plantas.
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente
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