- La CE destaca que, gracias a la nueva normativa que ofrece una mejor información sobre la durabilidad de los productos y combate el lavado de imagen ecológico y la obsolescencia temprana, los consumidores están ahora en mejores condiciones de contribuir a la economía circular y a la transición limpia
Cerceda, a 2 de enero de 2025.- Desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial, pasando por los conflictos globales y las crisis humanitarias, 2024 fue un año de desafíos importantes para la UE.
A nivel ambiental, la Comisión asegura que los fenómenos meteorológicos extremos producidos en todo el mundo han puesto de manifiesto las consecuencias del cambio climático y la necesidad de actuar con rapidez para beneficiar a las personas y al planeta durante años.
En el primer semestre de 2024, el 50 % de la generación eléctrica de la UE procedía de fuentes renovables, una tendencia que acerca al continente al cumplimiento de los objetivos climáticos, que pasan por una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la neutralidad climática para 2050.
Asimismo, gracias a nuevas normas que ofrecen una mejor información sobre la durabilidad de los productos y combaten el lavado de imagen ecológico y la obsolescencia temprana, los consumidores están ahora en mejores condiciones de contribuir a la economía circular y a la transición limpia.
Por su parte, la ley de restauración de la naturaleza ayudará a los ecosistemas a recuperarse, a aumentar la biodiversidad y a mejorar la seguridad alimentaria, mientras que la normativa sobre emisiones industriales, ganaderas y de vehículos por carretera, así como la revisada sobre calidad del aire, propiciarán que los europeos se beneficien de un aire, un agua y un suelo más limpios.
El pasado año, la UE intervino en varias ocasiones para responder a emergencias ambientales en toda Europa. Es el caso de los incendios forestales en Chipre, Grecia, Portugal, Albania y Macedonia del Norte, y las inundaciones devastadoras sufridas por Austria, Chequia, Alemania, Italia, Eslovaquia, España, Polonia y Bosnia. Acontecimientos, todos ellos, que confirman la importancia de estar preparados para cuando se produzcan desastres.
Fuente e imagen: Comisión Europea