- La prevención del desperdicio de comida podría disminuir de forma considerable los impactos ambientales de la producción, procesamiento y transporte de alimentos.
- La Agencia Europea de Medio Ambiente considera que estos beneficios son mucho mayores que los derivados de su reciclaje, que aún así son necesarios e importantes.
Cerceda, a 3 de agosto de 2020.- La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado el informe «Biorresiduos en Europa: convertir los desafíos en oportunidades», en el que hace un diagnóstico de la situación de esta fracción orgánica, conformada en gran medida por alimentos desechados y residuos de jardinería, y su potencial para la transición hacia una economía circular.
De acuerdo con este estudio, la reducción y la recuperación de biorresiduos podría contribuir a disminuir emisiones, mejorar la calidad de los suelos y proporcionar energía en forma de biogás, constituyendo igualmente un apoyo para la consecución de los exigentes objetivos europeos en materia de reciclaje, toda vez que representan el 34% de los desechos municipales en Europa, con la particularidad de que, en torno al 60% de estos biorresiduos son restos de alimentos.
A lo largo de toda la cadena de valor, el desperdicio alimentario asciende a unos 173 kilogramos anuales por ciudadano de la UE, lo que corresponde a aproximadamente una quinta parte de todos los alimentos que se producen.
La prevención del desperdicio de comida podría disminuir de forma considerable los impactos ambientales de la producción, procesamiento y transporte de alimentos. Al respecto, AEMA considera que estos beneficios son mucho mayores que los derivados de su reciclaje, que aún así son necesarios e importantes.
Asegura que muchos biorresiduos también podrían convertirse en un fertilizante de alta calidad para la mejora de suelos, así como en biogás, un combustible renovable. Esto requiere que se recojan por separado y que haya una buena selección de los mismos en origen. La contaminación de los residuos biológicos con plásticos es especialmente preocupante.
Fuente: AEMA
Imagen: Pixabay