- A través del proyecto ECONOMÍA CIRCULAR-3, pretende reforzar la sostenibilidad medioambiental de las empresas pertenecientes al sector de los plásticos.
- La separación de capas de residuos plásticos multicapa, la eliminación de olores en materiales reciclados, la biodegradación anaerobia y la valorización química mediante craqueo térmico representan las cuatro grandes áreas de trabajo.
Cerceda, a 7 de julio de 2020.- En el marco del nuevo modelo económico promovido por la Unión Europea, orientado a reducir la cantidad de recursos empleados para fabricar nuevos productos y dar una respuesta efectiva a los desechos generados, la correcta gestión de los plásticos a través de su recuperación y reintroducción en el ciclo productivo, juega un papel relevante.
Tomando como referencia este escenario, AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) se encuentra desarrollado el proyecto ECONOMÍA CIRCULAR-3, cuyo objetivo es mejorar la sostenibilidad medioambiental de las empresas pertenecientes al sector de los plásticos.
Dentro de esta iniciativa, se han acometido investigaciones en torno a cuatro grandes áreas:
- La separación de capas de residuos plásticos multicapa para su reciclado mediante disolventes, logrando de esta forma una recuperación superior al 90%, además de obtener materiales reciclados de alta pureza.
- La eliminación de olores en materiales reciclados utilizando distintos métodos durante el lavado, además de agentes oxidantes como los que se emplean habitualmente en el tratamiento de aguas residuales complementados con luz ultravioleta y sustancias descontaminantes.
- La biodegradación anaerobia de los residuos plásticos, tratamiento que, mediante la acción de microorganismos, produce biogás que luego puede ser utilizado para la obtención de productos de interés en la industria o como fuente de energía.
- Análisis de la valorización química mediante craqueo térmico como complementaria al reciclado mecánico. Se han investigado los procesos de pirólisis, gracias a los cuales es posible optimizar la recuperación de sustancias y materiales que luego pueden ser incorporados de nuevo al proceso productivo, resultando un proceso con un balance energético nulo.
Durante el transcurso del proyecto, se ha trabajado con diferentes residuos plásticos, mezclados y no mezclados, de cara a optimizar los productos resultantes.
Asimismo, se ha comprobado que las condiciones de operación son viables, y no solo desde el punto de vista técnico, sino también a nivel económico, por lo que el proceso es trasladable a la industria.
Los resultados de investigación serán escalados y validados en las empresas colaboradoras y posteriormente difundidos y transferidos para su introducción en el mercado.
Fuente: AIMPLAS
Imagen: Pixabay