- Educadores al servicio de esta empresa pública se desplazarán mañana a este centro para impartir una sesión formativa dirigida a medio centenar de estudiantes.
- Se hablará del principio de las tres erres y de la actividad industrial de Sogama, pero también del desperdicio alimentario, de la recuperación de la materia orgánica y de la contaminación por plásticos.
Cerceda, a 3 de junio de 2019.- Medio centenar de alumnos/as de hostelería y turismo del CIFP Carlos Oroza de Pontevedra recibirán mañana clases de sostenibilidad de la mano de Sogama. Técnicos de esta empresa pública se desplazarán al centro para impartir una sesión formativa en la que se hablará de la correcta gestión de los residuos, del principio europeo de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y de la actividad industrial de esta Sociedad.
Pero también se tratarán otras temáticas de gran interés como son el desperdicio alimentario, la contaminación por plásticos y la recuperación de la materia orgánica a través del compostaje.
Teniendo en cuenta una de las especialidades de este centro, la hostelería, se abordará la problemática que, a día de hoy, supone las altas cantidades de comida que acaban arrojadas en el cubo de la basura. Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo para el consumo humano acaba desperdiciado, con el consiguiente impacto ambiental, económico, social y moral. El hogar, con un 42%, constituye el ámbito que más contribuye a este fenómeno, siendo el pan, las frutas, las hortalizas y las verduras los productos que se desechan en mayor medida.
Los monitores darán cuenta de una serie de medidas para combatir este problema como son hacer una lista previa de la compra, revisar previamente la nevera y la despensa para consumir antes los artículos más antiguos, ajustar las raciones al número de comensales y aprovechar las sobras para elaborar nuevos menús.
De hecho, Sogama, en colaboración con la Escuela de Hostelería de Sober, editó en su momento un recetario de cocina con sobras bautizado con el título “Para repañar o prato!” y, más recientemente, con el centro penitenciario de Monterroso (Lugo), con una publicación en formato digital denominada “Sabroso reciclaje”.
Para los residuos alimentarios, es decir, para aquella parte de la comida no comestible, una buena opción es utilizarla como materia prima para la elaboración de compost, un abono natural con excelentes propiedades para el suelo y un perfecto sustituto de los fertilizantes artificiales, toda vez que le aporta nutrientes y los protege frente a plagas y enfermedades.
Se llamará la atención sobre el hecho de que el 80% de la basura marina tiene su origen en tierra, con la particularidad de que los plásticos viajan arrastrados por las corrientes marinas, llegando a tardar siglos en descomponerse. Además, los animales marinos los ingieren al confundirlos con alimentos, provocándoles en muchos casos la muerte.
Los ecosistemas se alteran, así como el turismo, la pesca y la propia alimentación humana, ya que los microplásticos acaban en nuestras mesas a través del pescado que comemos o la sal con la que aderezamos nuestros platos.
Prevenir, reducir la producción de residuos, adquiriendo únicamente lo necesario, alargar la vida útil de los artículos a través de la reutililización y segregar correctamente los desechos en origen, depositándolos posteriormente en los contenedores correspondientes para propiciar su posterior reciclado, constituyen los mandamientos básicos para que el ciudadado contribuya a una correcta gestión de la basura que produce cada día, encargándose entidades como Sogama de su tratamiento final.
Imagen: Pixabay
Saludos, Departamento de Comunicación