- Respecto al mismo período de 2019, la bolsa negra cae un 3,67% y la aportación al reciclaje de la amarilla sube en un 15,66%; un dato positivo que se espera marque tendencia, toda vez que la reducción constituye la piedra angular de una gestión sostenible de los desechos.
- El COVID-19 ha traído consigo nuevos desechos, como son los guantes y mascarillas desechables, que deben ser depositados por el ciudadano en el contenedor verde convencional a fin de que puedan recibir el tratamiento adecuado.
Cerceda, a 4 de agosto de 2020.- A diferencia de meses anteriores en los que, a pesar del parón del sector comercial y hostelero, el impacto del COVID-19 se tradujo también en un incremento en la generación de residuos urbanos de casi el 3%, en julio se invirtió la tendencia, registrándose una caída del 3,67% respecto al mismo período de 2019 al bajar de las 75.073,24 a las 72.321,48 toneladas entregadas en las instalaciones de Sogama por los 295 ayuntamientos adscritos a su modelo. Un dato positivo que se espera marque tendencia de cara a los próximos meses, toda vez que una gestión sostenible de los desechos debe tener su piedra angular en la prevención y en la reducción.
Por su parte, la aportación al reciclaje de la bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks depositados en los contenedores amarillos) continúa su buena evolución al experimentar un incremento del 15,66%, pasando de las 2.367,72 toneladas entregadas en la planta de clasificación de Sogama en julio de 2019 a las 2.738,40; una cifra que evidencia de nuevo el compromiso de la ciudadanía con el reciclaje y la protección ambiental.
Las medidas higiénico-sanitarias han traído consigo nuevos residuos, como son los guantes y mascarillas desechables. Al respecto, Sogama recuerda que estos materiales deben ser depositados en el contenedor verde convencional para que puedan ser procesados junto con la fracción resto y, por tanto, valorizados energéticamente a más de 850ºC. Su destino jamás debe ser el contenedor amarillo u otros recipientes de recogida selectiva, dado su carácter de material no reciclable, debiendo ser tratado en condiciones adecuadas.
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