- La bolsa negra ha caído un 4% respecto al mismo período de 2019 y la amarilla ha crecido un 6,85%.
- La empresa pública destaca la firme apuesta de los concellos coruñeses de Cerceda, Laracha y Carballo por la recuperación de la materia orgánica a través de la implantación del quinto contenedor en las zonas urbanas y el autocompostaje en las rurales.
- Sogama seguirá trabajando, a través de campañas y otras iniciativas, en la promoción del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) como piedra angular de la gestión sostenible de los residuos urbanos, prestando especial atención al consumo responsable como principal medida de prevención.
Cerceda, a 7 de septiembre de 2020.- Siguiendo la tendencia de los últimos meses, agosto se salda con una reducción de la producción de residuos correspondientes a la bolsa negra (fracción resto) y un incremento del reciclaje de la bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks).
Tomando como referencia los datos del mismo período en 2019, la bolsa negra ha caído un 4%, bajando de las 77.472,63 toneladas a las 74.644,96, y la bolsa amarilla ha crecido un 6,85%, al subir de 2.580,96 toneladas a 2.757,76.
Todo parece apuntar a que las buenas prácticas orientadas a la menor producción de basura están calando en la sociedad, al tiempo que se incrementa la conciencia ambiental sobre la necesidad de contribuir al reciclaje a través de una correcta segregación de los desechos en origen y su posterior depósito en los contenedores concebidos para tal fin (amarillo, para envases de plástico, latas y briks; azul, para papel y cartón; iglú verde, para los envases de vidrio; y contenedor verde genérico, para la parte no reciclable).
Mención especial merece la firme apuesta de los concellos coruñeses de Cerceda, Laracha y Carballo, pioneros en la recogida separada de la materia orgánica a través de la implantación del quinto contenedor (de color marrón), que entregan en la planta de compostaje industrial de Sogama.
Asimismo, cabe destacar que los tres entes locales se encuentran adheridos al programa de compostaje doméstico impulsado por esta empresa pública, habiendo suministrado a estos, de forma gratuita, más de 700 compostadores, junto con diverso material didáctico de apoyo y la impartición, a cargo de técnicos especialistas, de jornadas de formación presencial.
AHORRO DE RECURSOS
Más allá de los beneficios ambientales que trae consigo el autocompostaje, cabría destacar otros como los económicos y sociales, ya que los desechos orgánicos se recuperan en origen y se evita su depósito en el contenedor verde genérico, con el consiguiente ahorro de costes municipales en los servicios de recogida y transporte, así como en la propia factura a pagar a Sogama.
La empresa confía en que otros ayuntamientos vecinos instauren en breve el quinto contenedor, toda vez que la recogida diferenciada de los desechos orgánicos constituye un objetivo europeo de obligado cumplimiento para el que rige unos plazos, siendo responsabilidad de los entes locales.
La Sociedade Galega do Medio Ambiente seguirá trabajando, a través de campañas y otras iniciativas didácticas, en la promoción del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) como piedra angular de la gestión sostenible de los residuos urbanos, prestando especial atención al consumo responsable como principal medida de prevención, sin olvidar el máximo aprovechamiento de los productos y la valorización de la materia orgánica a través del compostaje.
El fin último es minimizar el uso del vertedero, fuente de emisiones de CO2 y verdadero enemigo del reciclaje y la sostenibilidad.
Saludos, Departamento de Comunicación