- El cometido de este proyecto, financiado por la UE, es ayudar a comprender los límites y las oportunidades de los flujos de biorresiduos todavía no explotados según los principios de la bioeconomía circular.
- Durante dos años, ocho socios de seis países, entre los que se encuentra España, trabajarán juntos y pondrán en marcha tres casos de estudio en contextos urbanos y rurales.
Cerceda, a 3 de noviembre de 2021.- Aunque la bioeconomía y la economía circular se superponen hasta cierto punto, todavía queda mucho recorrido para que las estrategias de bioeconomía sean más circulares.
La bioeconomía, cuyo objeto es promover la producción sostenible de recursos naturales a partir de biomasa, sustituyendo de esta forma a los recursos fósiles y minerales, puede impulsar la transición hacia una sociedad verde y sostenible.No obstante, para que así sea, resulta necesario superar varias barreras, entre las que se encuentran los biorresiduos. Más allá de alinear mejor a los diferentes actores de la cadena, se precisa llevar a cabo una mejor gestión de los residuos biológicos a nivel local y proporcionar un marco regulatorio adaptado a los desafíos.
Será posible hacer más circulares las estrategias locales de bioeconomía, si se identifican los flujos de biorresiduos que tienen un alto potencial como recursos, si se reduce su generación con medidas de prevención, si se mejora su recogida y si se pone el foco de atención en la calidad de los mismos.
Y precisamente con el fin de contribuir a acelerar la transición hacia la bioeconomía circular, se ha puesto en marcha un nuevo proyecto “BIOCIRCULARCITIES”. Financiado por la UE, su cometido es ayudar a comprender los límites y las oportunidades de los flujos de biorresiduos todavía no explotados según los principios de la bioeconomía circular.
ENFOQUE PARTICIPATIVO
Durante dos años, ocho socios de seis países trabajarán juntos y pondrán en marcha tres casos de estudio en contextos urbanos y rurales: Barcelona (España), Nápoles (Italia) y Pazardzhik (Bulgaria). Cada piloto se centrará en una cadena de valor específica y explorará posibilidades para hacerla más circular.
Las lecciones aprendidas de estas prácticas y el conocimiento sobre los reglamentos e instrumentos legales y políticos en materia de bioeconomía circular permitirán a los socios trazar un mapa de las barreras y oportunidades que, a su vez, alimentarán la elaboración de directrices y recomendaciones de políticas propuestas por el consorcio para apoyar la implementación del concepto de “biocircularcities” en Europa.
Con tal fin, se seguirá un enfoque participativo con múltiples actores y se involucrará a los cuatro segmentos de la “cuádruple hélice” (industria, ciencia, sociedad civil y gobierno) en los livings labs locales con la pretensión de “co-crear” el conocimiento colaborativo necesario para mapear las diferentes perspectivas sobre los límites legales y de mercado, así como los potenciales para el desarrollo de la bioeconomía circular.
Los socios se reunieron online por primera vez a mediados del pasado mes de octubre para debatir los primeros pasos del proyecto. Estos incluyen el análisis del estado actual de las cadenas de biorresiduos en los tres casos de estudio y el análisis del marco legal existente a nivel europeo, nacional y regional sobre bioeconomía circular.
Para más información, www.bbi.europa.eu/projects/biocircularcities
Fuente: Retema
Imagen: Pexels