- Personal de Sogama se encargó de impartir una sesión presencial en este centro, habiendo participado en la misma alumnado del ciclo medio de gestión, ciclo superior de finanzas y ciclo medio de farmacia y parafarmacia
Cerceda, a 13 de noviembre de 2024.-Cerca de 80 estudiantes de la Escuela Profesional Santo Cristo de Ourense, concretamente del ciclo medio de gestión, ciclo superior de finanzas y ciclo medio de farmacia y parafarmacia, recibieron una sesión formativa a cargo de Sogama sobre la gestión sostenible de los residuos municipales y sus implicaciones ambientales, económicas, sociales y para la salud.
Una técnica de esta empresa pública explicó el cometido de la entidad, que se encarga de la gestión de la bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks recogidos a través del contenedor del mismo color), la marrón (materia orgánica depositada en el contenedor marrón) y la negra (fracción resto introducida en el contenedor genérico).
Respecto a la primera, la empresa separa por tipologías los envases para ser remitidos a los centros recicladores, donde cobran una nueva vida, y la materia orgánica se transforma en compost en sus cuatro plantas de biorresiduos distribuidas por la comunidad, una por provincia, esto es, Cervo (Lugo), Cerceda (A Coruña), Vilanova de Arousa (Pontevedra) y Verín (Ourense).
En relación a la bolsa negra, separa en una planta ubicada en el Complejo Medioambiental de Cerceda (A Coruña), y que opera en línea con la industria 4.0, la parte reciclable, que remite a la industria transformadora, acondicionando con la no reciclable un combustible CDR que es valorizado energéticamente en la termoeléctrica, produciendo electricidad suficiente para abastecer al 12% de los hogares gallegos. Y fue precisamente la producción energética la que despertó la curiosidad del alumnado, ya que, además de evitar el vertido, pone en valor aquel residuo que, dadas sus características, no se puede reutilizar ni tampoco reciclar.
Aunque, en términos generales, los estudiantes conocían las distintas tipologías de contenedores y residuos a depositar en cada uno de ellos, la mayor confusión se centró en el iglú verde al considerar, erróneamente, que el cristal también se podía introducir en el mismo, cuando, en realidad, este recipiente únicamente acoge botellas, frascos y tarros de vidrio, nunca vasos ni copas de cristal.
Saludos, Departamento de Comunicación