- Es por ello que, tal y como manifiesta el Director General de SIGAUS, Eduardo de Lecea, se requiere de la colaboración de todos los actores.
- Recomienda al ciudadano realizar el cambio del aceite de su vehículo en un taller autorizado, garantizando que este desecho recibirá el tratamiento adecuado.
- De esta forma, no sólo se evitará su negativo impacto sobre el entorno, sino que se conseguirán importantes beneficios ambientales: ahorro de materias primas y emisiones de CO2.
- La alta dispersión poblacional en algunas áreas geográficas de nuestro país requiere de un esfuerzo logístico considerable por parte de SIGAUS para atender a los casi 70.000 establecimientos a los que este SIG da servicio.
- De forma mayoritaria, este residuo se destina a regeneración para convertirlo en nuevas bases lubricantes. En caso de que no se puede regenerar, se convierte en un combustible de uso industrial similar al fuel óleo.
Cerceda, a 23 de enero de 2019.- En una entrevista recogida en el último número de la Newsletter de Sogama, el Director General de SIGAUS, Eduardo de Lecea, explica la gran importancia que tiene gestionar correctamente el aceite industrial usado dada su consideración de residuo peligroso y altamente contaminante.
Es por ello que apela a la colaboración de todos los actores; una colaboración que comienza en el mismo instante en el que el ciudadano se dispone a cambiar el aceite de su vehículo, siendo lo más recomendable, tal y como aconseja el máximo responsable de SIGAUS, realizarlo en talleres autorizados que reúnan los requisitos y que cumplan con todas las garantías, es decir, que dispongan de los medios necesarios para almacenar el residuo de forma segura, evitando con ello fugas y derrames, y que se entregue posteriormente a un gestor autorizado.
A partir de ahí, el aceite usado inicia un camino con final feliz en todos los casos. Desde el taller se transporta a un centro de transferencia donde se analiza el tratamiento idóneo que debe dispensarse al mismo. Mayoritariamente, se destina a regeneración para convertirlo en nuevas bases lubricantes. En caso de que no se pueda regenerar, se transfroma en un combustible de uso industrial similar al fuel óleo.
COMPLEJIDAD LOGÍSTICA
El despliegue logístico que requiere este trabajo de gestión no es cuestión baladí. Implica una labor extremadamente compleja en nuestro país debido a la alta dispersión de la población existente en determinadas áreas geográficas.
Si bien el 80% del residuo se concentra en unas 500 localidades, el 20% restante debe ser recogido en más de 4.000 municipios, operación que requiere de desplazamientos de más de 100 kilómetros de media para asistir a zonas rurales o poblaciones de alta montaña.
De hecho, SIGAUS atiende a más de 69.999 establecimientos que producen aceite usado, algunos incluso situados en zonas próximas a espacios naturales protegidos que requieren, si cabe, una mayor atención. La incorrecta gestión de este residuo traería consigo consecuencias devastadoras para el medio ambiente.
Una red conformada por 160 empresas hace posible la prestación de este servicio logístico, que se lleva a cabo con la máxima diligencia, eficiencia y calidad.
FINANCIACIÓN Y BENEFICIOS
El coste de todo el sistema se financia a través de las aportaciones económicas de las más de 200 empresas, fabricantes e importadoras de lubricantes, adheridas a SIGAUS. No obstante, es finalmente el consumidor el que lo asume a través del abono de entre 24 y 30 céntimos de euro cada vez que cambia el aceite de su coche, asegurando de esta forma que el residuo va a recibir un correcto tratamiento en el marco de la legislación vigente.
Con la contribución de todos los ciudadanos que actúan con responsabilidad, SIGAUS ha podido realizar inversiones medioambientales por importe de 200 millones de euros en los 11 años de actividad.
Gestionando de forma adecuada el aceite industrial usado, no sólo se evita su negativo impacto sobre el entorno, sino que se logran importantes beneficios ambientales traducidos en ahorro de materias primas y emisiones de CO2.
El Director General de SIGAUS lo ejemplifica de una forma muy gráfica al señalar que cada año este Sistema Integrado de Gestión posibilita que se produzcan 60.000 toneladas de nuevos lubricantes a partir del aceite usado. Sin embargo, para producir esta misma cantidad de lubricante a partir del refino, se necesitarían alrededor de 30 millones de barriles de petróleo, con la particularidad de que se evita la emisión anual de 40.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Tras más de una década de servicio, SIGAUS ha gestionado 1,5 millones de aceites usados a través de 1,2 millones de operaciones de recogida, obteniendo, una vez tratado, 690.000 toneladas de bases lubricantes, lo que ha evitado la emisión de 3 millones de toneladas de CO2 si, en su lugar, el residuo se hubiese destinado a su utilización como combustible.
Saludos, Departamento de Comunicación