- Así se recoge en el informe especial elaborado por el IPCC y en el que ha colaborado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
- La FAO lamenta, una vez más, que alrededor de un tercio de los alimentos producidos se pierda o se desperdicie, y que entre un cuarto y un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provengan de la forma en que se utiliza la tierra y de la forma en la que se producen y consume los alimentos.
- Considera que el sector agrícola tiene un gran potencial para almacenar grandes cantidades de carbono en los suelos, bosques y océanos, por lo que debe visualizarse como una solución y no como un problema para hacer frente al cambio climático.
Cerceda, a 26 de agosto de 2019.- Tal y como se recoge en el informe especial publicado a principios del mes de agosto por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y en el que ha colaborado la FAO, las prácticas agrícolas insostenibles pueden contribuir al cambio climático.
A juicio de María Helena Semedo, Subdirectora General de la FAO para el Clima y los Recursos Naturales, “se trata de un informe alarmante sobre cómo la degradación sistemática de los suelos, la tala de bosques, la desertificación, las prácticas agrícolas insostenibles y la reducción de la biodiversidad han convertido nuestras tierras en una importante fuente de carbono, poniendo en mayor riesgo nuestra seguridad alimentaria y el medio ambiente",
La FAO lamenta, una vez más, que alrededor de un tercio de los alimentos producidos se pierda o se desperdicie, y que entre un cuarto y un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provengan de la forma en que se utiliza la tierra y de la forma en la que se producen y consume los alimentos.
Considera que el sector agrícola tiene un gran potencial para almacenar grandes cantidades de carbono en los suelos, bosques y océanos, por lo que debe visualizarse como una solución y no como un problema para hacer frente al cambio climático. Para ello es necesario contar con sistemas agrícolas más inteligentes e integrados y una mejor gobernanza forestal y planificación del uso de la tierra, avanzando al mismo tiempo hacia enfoques que protejan la biodiversidad, utilicen los recursos naturales de forma sostenible y promuevan los servicios ecosistémicos.
La adopción de mejores prácticas en la alimentación del ganado y en la gestión del estiércol, así como un mejor uso de tecnologías como los generadores de biogás y los dispositivos que ahorran energía, forman parte igualmente de la transformación hacia una agricultura sostenible, resultando también crucial seguir dietas diversificadas para garantizar un uso menos intensivo de los recursos naturales.
La mejora de las técnicas de recolección, de almacenamiento en las granjas, las infraestructuras, el transporte, el embalaje, la venta al por menor y la educación pueden contribuir a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena.
Fuente: FAO
Saludos, Departamento de Comunicación