- En torno a 150 pequeños recibirán sendas sesiones formativas que girarán en torno al principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje).
- En las mismas se hablará también del cometido de Sogama, de su programa de compostaje doméstico, al que está adscrito el concello de Viveiro, del desperdicio alimentario y de la contaminación marina por plásticos.
Cerceda, a 13 de noviembre de 2019.- Educadores de Sogama viajarán mañana, 14 de noviembre, a Viveiro (Lugo) para impartir diversas sesiones formativas en el CEIP Lois Tobío, que estarán dirigidas a escolares de distintos niveles educativos.
Bajo el título “La gestión de los residuos urbanos”, el objetivo de esta actividad es enseñar a 150 pequeños cómo trasladar a la vida diaria el principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y buscar su complicidad para avanzar hacia un desarrollo más sostenible.
Se dará cuenta de los comportamientos deben desplegarse para consumir de forma responsable, para minimizar la cantidad de desechos producidos en distintos escenarios tales como la compra, el hogar, la escuela y el tiempo de ocio, para alargar la vida útil de los productos y para separarlos correctamente, una vez convertidos en residuos, a fin de garantizar su posterior reciclado.
Se clarificará así los tipos de materiales a depositar en cada uno de los contenedores habilitados en las vías públicas: amarillo, para envases de plástico, latas y briks; azul, para papel y cartón; iglú verde, para envases de vidrio; y contenedor verde convencional, para la fracción resto.
Asimismo, los monitores explicarán la filosofía empresarial y cometido de Sogama, que se sustenta sobre las tres erres, propiciando el reciclaje de la parte susceptible de ser recuperada por esta vía y valorizando energéticamente el resto. De hecho, la entidad genera, con los residuos no reciclables, la electricidad suficiente para abastecer el 12% de los hogares gallegos.
Se hablará igualmente del programa de compostaje doméstico de Sogama, al que el concello de Viveiro está adherido, constituyendo una magnífica forma de recuperar la materia orgánica en origen y convertirla en compost, un abono natural con excelentes propiedades para el suelo.
Y también se hará un hueco al desperdicio alimentario y la necesidad de aminorarlo, toda vez que en el mundo de desecha un tercio de los alimentos que se producen para el consumo humano, así como a la contaminación marina por plásticos y su negativo impacto para los ecosistemas marinos, la fauna, el turismo, la pesca y la propia alimentación humana, ya que los microplásticos impregnan muchas veces el pescado y la sal que consumimos.
Saludos, Departamento de Comunicación