- Así se recoge en un estudio publicado por EAE Business School bajo el título “El problema del desperdicio de comida. Un análisis crítico”.
- Los dos tipos de alimentos que suelen terminar en la basura son los que no cumplen con los estándares de venta (estética, tamaño, etc) y los productos que, al alcanzar su fecha de caducidad, deben ser desechados.
- Por su parte, el 70% de los restauradores entrevistados indicaron que son los clientes los que generan más residuos y el 69% manifiesta que procura aprovechar de alguna forma las sobras.
Cerceda, a 25 de febrero de 2021.- Según un estudio publicado por EAE Business School bajo el título “El problema del desperdicio de comida. Un análisis crítico”, y centrado primordialmente en el desperdicio de alimentos, los comercios tradicionales generan hasta un 60% menos desechos alimentarios que los supermercados. Su tasa de desperdicio (cociente entre el total de alimentos desechados y el de comprados) es del 4,7%, siendo los artículos más desechados las frutas (30,8%), las verduras y hortalizas (13,5%) y los lácteos (12,6%).
Los dos tipos de alimentos que suelen terminar en la basura son, por un lado, los que no cumplen con los estándares de venta (zanahoria deforme, manzana muy pequeña…) y productos perecederos que, al alcanzar su fecha de caducidad, deben ser desechados.
La co-autora del estudio, Elena Bulmer, señala que “En los países desarrollados, la mayor parte de la comida se pierde en la última fase de la cadena de suministro. Un supermercado, con independencia de su tamaño, genera una gran cantidad de residuos, tanto por su tipo de actividad como por la variedad de inventario que mantienen y la necesidad de evitar el coste de imagen que producen los productos agotados. En un día de trabajo se deben gestionar residuos orgánicos, plástico, cartones, vidrio, latas y bidones. Los supermercados tienen un gran impacto sobre los desechos de alimentos debido a los cambios sobre lo que significan las fechas para la seguridad alimentaria, que hace que se deseche una gran cantidad de alimentos comestibles”.
El informe apunta alguna de las prácticas de economía circular. Es el caso de las políticas comerciales de reducción de precios de los productos próximos a su fecha de caducidad, o bien la donación a los propios empleados y a organizaciones benéficas. Asimismo, recomienda revisar las políticas de etiquetado para evitar confusiones y costes económicos adicionales.
Incide también en la conveniencia de incrementar los artículos comercializados a granel y el reciclado de envases, y de gestionar de forma sostenible la materia orgánica.
EL DESPERDICIO DE COMIDA EN LA RESTAURACIÓN
El 70% de los restauradores entrevistados indicaron que son los clientes los que generan más residuos, mientras que el 9% considera que los desechos alimentarios son consecuencia de la comida no almacenada y no utilizada, y el 4% piensa que el desperdicio tiene lugar en la preparación de los menús.
El 66% de los ciudadanos afirma llevarse las sobras de los restaurantes. El 81% cree que restaurantes y supermercados deberían donar los productos no vendidos a asociaciones. El 67% considera que debe haber una mejor gestión del consumo; un 66%, que debe venderse o reutilizar productos desechables; un 58%, que se debería educar a los consumidores sobre la menor generación de residuos; y un 53% recomienda la transformación de los productos no vendidos en jugos, mermeladas y sopas.
Fuente: Retema
Imagen: Pexels