- Regulará todo el ciclo de vida de las pilas y baterías: desde la producción hasta la reutilización y el reciclado, al tiempo que garantizará que sean seguras, sostenibles y competitivas, y que contribuyan a la transición ecológica
- Dado que la pretensión de las nuevas normas es promover una economía circular, el Reglamento contempla objetivos y obligaciones en materia de recogida, de valorización de materiales y responsabilidad ampliada del productor
Cerceda, a 11 de julio de 2023.- El Consejo apuesta por reforzar las normas en materia de sostenibilidad aplicables a las pilas y baterías, así como a sus residuos, y, con tal fin, adopta un Reglamento que regulará todo el ciclo de vida de las mismas: desde la producción hasta la reutilización y el reciclado, al tiempo que garantizará que sean seguras, sostenibles y competitivas, y que contribuyan a la transición ecológica.
Además de resultar clave para el proceso de descarbonización y la transición de la UE hacia unos medios de transporte sin emisiones, las pilas y baterías contienen muchos recursos valiosos, por lo que resulta necesario reutilizar esas materias primas fundamentales en lugar de depender de terceros países para su suministro.
El Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo se aplicará a todas las pilas y baterías, incluidos todos sus residuos: baterías para vehículos eléctricos, industriales, de automoción y baterías de medios de transporte ligeros (por ejemplo, bicicletas eléctricas, ciclomotores eléctricos o patinetes eléctricos).
Objetivos y obligaciones
Dado que las nuevas normas están orientadas a promover una economía circular, el Reglamento contempla objetivos y obligaciones en materia de recogida, de valorización de materiales y de responsabilidad ampliada del productor.
Así, establece para los productores objetivos de recogida de residuos de pilas o baterías portátiles (un 63 % para finales de 2027 y un 73 % para finales de 2030) e introduce uno de recogida específico para los residuos de baterías de medios de transporte ligeros (un 51 % para finales de 2028 y un 61 % para finales de 2031).
Igualmente, fija el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50 % para finales de 2027, y en un 80 % para finales de 2031; objetivo que puede modificarse mediante actos delegados en función del mercado y de los avances tecnológicos y de la disponibilidad de litio.
Prevé unos niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado en lo que respecta a las baterías industriales, de automoción y para vehículos eléctricos, concretados inicialmente en un 16 % para el cobalto, un 85 % para el plomo, un 6 % para el litio y un 6 % para el níquel. Las pilas y baterías deberán ir acompañadas de documentación sobre el contenido reciclado.
El objetivo de eficiencia de reciclado se fija en un 80 % para las pilas o baterías de níquel-cadmio, de aquí a finales de 2025, y en un 50 % para los demás residuos de pilas o baterías, de aquí a finales de 2025.
También establece que, para finales de 2027, las pilas o baterías portátiles incorporadas a los aparatos deben ser extraíbles y sustituibles por el usuario final y deja tiempo suficiente a los operadores para que adapten el diseño de sus productos a este requisito. Por su parte, las baterías de medios de transporte ligeros deberán ser sustituibles por un profesional independiente.
El Reglamento introduce requisitos de etiquetado e información sobre los componentes y el contenido reciclado de la pila o batería, entre otras cosas, así como un «pasaporte para baterías» electrónico y un código QR. A fin de que los Estados miembros y los agentes económicos del mercado dispongan de tiempo suficiente para prepararse, los requisitos de etiquetado entrarán en vigor en 2026 y el código QR en 2027.
El Consejo y el Parlamento Europeo deben ahora firmar el Reglamento. A continuación, se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor veinte días después.
Fuente: Consejo Europeo
Imagen: Pixabay