- Así lo indica ESWET, que defiende la valorización energética de la fracción no reciclable como tratamiento seguro que permite eliminar en las mejores condiciones contaminantes y patógenos.
- Los trabajadores de gestión de residuos están contribuyendo hoy al funcionamiento de nuestra sociedad, garantizando que los desechos producidos por los ciudadanos se recojan, clasifiquen, reciclen y recuperen.
Cerceda, a 22 de abril de 2020.- El brote de COVID-19 evidencia el creciente número de desafíos a los que el mundo debe enfrentarse. La crisis sanitaria que estamos viviendo ha alterado sustancialmente el funcionamiento de servicios esenciales y de determinadas infraestructuras que hoy se han hecho más necesarias.
Como complemento al reciclaje, ESWET (Eurpean Suppliers of Waste to Energy Technology) defiende que la valorización energética de la fracción no reciclable es un tratamiento seguro, toda vez que reduce su volumen en aproximadamente un 90% y elimina en las mejores condiciones elementos contaminantes y patógenos.
Tal y como manifestó Patrick Clerens, Secretario General de ESWET, “en estos días, la responsabilidad del sector WtE se ha expandido debido a los efectos disruptivos de los brotes en la recogida de desechos, su clasificación y tratamiento en general. Al mismo tiempo, los operadores de gestión de residuos y su cadena de suministro deben garantizar la seguridad de sus empleados y cumplir con las medidas de emergencia, lo que hace que su misión sea aún más desafiante”.
Por lo tanto, el impacto de la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de una cadena de gestión de residuos fuerte y resistente. El mundo, tal y como viene advirtiendo la comunidad científica, se enfrentará a una nueva crisis relacionada con el cambio climático, por lo que, según ESWET, resulta particularmente importante evitar una posible falta de confianza de los consumidores que podría desencadenar una oleada de cultura de usar y tirar.
ESWET hace un llamado a la Unión Europea y a las autoridades nacionales para que:
- Considere a los operadores de gestión de residuos, pero también a los proveedores de tecnología de los que dependen en gran medida para el mantenimiento y los productos, como servicios esenciales en todos los Estados miembros;
- Se anticipe a las necesidades de todos los servicios esenciales en este brote, así como a cualquier futura crisis de salud y medio ambiente.
Los trabajadores de gestión de residuos están contribuyendo hoy al funcionamiento de nuestra sociedad, garantizando que los desechos producidos por los ciudadanos se recojan, clasifiquen, reciclen y recuperen. Como otros servicios clave, están haciendo frente a las amenazas del COVID-19 para mantener el medio ambiente lo más limpio y seguro posible.
Fuente: ESWET