- Con motivo de esta efeméride, se destacó la urgencia de cambiar la relación de la humanidad con la naturaleza, ya que, al alterar el delicado equilibrio, se han creado las condiciones para la propagación de patógenos, incluidos los coronavirus.
- Cabe destacar igualmente que la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza. Océanos y bosques sostienen a miles de millones de personas y proporcionan empleos verdes.
- Las soluciones basadas en la naturaleza, como la forestación y el uso de vegetación para enfriar nuestras ciudades y edificios, pueden proporcionar alrededor de un tercio de las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
- La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, al expresar su solidaridad con los países que trabajan para contener la pandemia del COVID-19, señaló que la protección del medio ambiente es esencial para reconstruir mejor.
Cerceda, a 9 de junio de 2020.- Con las cada vez mayores demandas de los humanos, se ha llevado a la naturaleza más allá de sus límites. En un escenario mundial marcado por la crisis sanitaria del COVID-19, el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el pasado 5 de junio, destacó la urgencia de cambiar radicalmente la relación de la humanidad con la naturaleza para preservar nuestras sociedades y prevenir futuras pandemias.
En los últimos 50 años, la población se ha duplicado y la economía y el comercio mundiales han crecido casi cuatro y diez veces, respectivamente. La aparición del COVID-19 ha puesto en evidencia que, cuando destruimos la biodiversidad, destruimos el sistema que sustenta la vida humana y, al alterar el delicado equilibrio de la naturaleza, hemos creado condiciones para la propagación de patógenos, incluidos los coronavirus.
Alrededor de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza. Nuestros océanos y bosques sostienen a miles de millones de personas y proporcionan empleos verdes, con la particularidad de que 4.000 millones de personas dependen principalmente de las medicinas naturales. Las soluciones basadas en la naturaleza, como la forestación y el uso de vegetación para enfriar nuestras ciudades y edificios, pueden proporcionar alrededor de un tercio de las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
PROTEGER LA NATURALEZA, CLAVE PARA RECONSTRUIR MEJOR
A pesar de las limitaciones logísticas como resultado de la pandemia, los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y personas de todo el mundo se sumaron a los eventos, anuncios y llamadas del Día Mundial del Medio Ambiente para reconocer la importancia de la naturaleza para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades.
Varios líderes mundiales, como parte de la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y los Pueblos, respaldaron una declaración llamando "a todos los gobiernos del mundo a retener intactos nuestros valiosos ecosistemas y áreas silvestres para preservar y administrar de manera efectiva al menos el 30% de las áreas terrestres y marinas de nuestro planeta de aquí a 2030, así como a restaurar y conservar la biodiversidad como un paso crucial para ayudar a prevenir futuras pandemias y emergencias de salud pública, sentando las bases de una economía global sostenible”.
Los jóvenes, que han estado a la vanguardia de la defensa ambiental, son una parte clave de los esfuerzos para revertir nuestra relación poco saludable con la naturaleza. Más de 500 instituciones de educación superior, que representan a 4,6 millones de estudiantes, anunciaron su apoyo a la campaña Race to zero (Carrera hacia el Cero) de la COP26 de cambio Climático, al comprometerse con la descarbonización y a integrar temas ambientales en sus planes de estudio para 2050.
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, al expresar su solidaridad con los países que trabajan para contener la pandemia, señaló que la protección del medio ambiente es esencial para reconstruir mejor, y agregó que el mundo necesita soluciones multilaterales para los desafíos ambientales que trascienden las comunidades, las fronteras y los países.
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente