- El director general de ASPAPEL, Carlos Reinoso, manifestó en Radio Voz que el papel ha experimentado una transformación paralela a lo que han sufrido sus procesos industriales, viviendo en sus fábricas una auténtica revolución que les ha permitido alcanzar altos estándares de calidad y medio ambiente.
- Muchas fábricas papeleras españolas se posicionan en el primer estándar del comportamiento de sostenibilidad del mundo.
- A raíz de la pandemia, la industria papelera, que presta un servicio esencial, tuvo que hacer un gran esfuerzo para seguir atendiendo los mercados, no cesando su actividad ni un solo día para evitar situaciones de desabastecimiento.
Cerceda, a 29 de marzo de 2021.- En declaraciones a Radio Voz Galicia, en el marco del programa medioambiental “Ecovoz”, el director general de ASPAPEL, Carlos Reinoso, hizo un repaso de la situación del papel y cartón a día de hoy, la evolución del sector a lo largo de los últimos años, y el gran esfuerzo realizado en 2020, tras el impacto de la COVID-19, para mantener un servicio considerado esencial.
Manifestó al respecto que el papel ha sufrido una transformación paralela a la de sus procesos industriales, viviendo en sus fábricas una auténtica revolución que les ha permitido alcanzar altos estándares de calidad y medio ambiente.
Cada vez más, el papel está siendo visualizado por el consumidor como la alternativa sostenible en muchas aplicaciones. Esto es una realidad y el resultado de un gran esfuerzo por parte de las empresas, con la particularidad de que las mejoras tecnológicas y medioambientales tienen que estar amparadas por inversiones multimillonarias. “Muchas fábricas papeleras españolas se posicionan en el primer estándar del comportamiento de sostenibilidad del mundo”, subrayó.
Reinoso calificó 2020 como un año extraordinario por su peculiaridad. “Tuvimos que compatibilizar la crisis derivada de la pandemia con la atención a los mercados, ya que muchos productos de la industria papelera son esenciales”. Como ejemplo aludió a que, si esta industria hubiese parado, las medicinas no habrían llegado a las farmacias ni los alimentos a los supermercados. Tampoco la prensa impresa a sus puntos de destino ni, por supuesto, el papel higiénico y sanitario, que fue el paradigma de los grandes acopios. Ello ha evidenciado que la industria papelera ha hecho un gran esfuerzo para evitar situaciones de desabastecimiento.
El pasado año la producción de esta industria bajó un 2,7%, un porcentaje casi testimonial teniendo en cuenta la crisis que ha sacudido con toda su crudeza a otros ámbitos de actividad. A pesar de ello, hay sectores que han crecido, como es el caso de los envases y embalajes, especialmente de cartón ondulado, con un incremento próximo al 5%, así como los higiénicos y sanitarios, con un aumento del 2,4%. Estos datos enmascaran en cierta medida el descenso en la producción y el consumo de papel ligado a la comunicación, a la impresión y a la escritura que, en algunos casos, sufrió una caída de hasta el 30%.
El director general de ASPAPEL abundó en el hecho de que la pandemia ha evidenciado la importancia de las cadenas de valor industriales completas, toda vez que aportan seguridad estratégica y músculo para la recuperación económica. No en vano, la industria papelera aglutina a más de 180.000 trabajadores, con una facturación de 23.000 millones de euros.
SOBRE ASPAPEL
La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL), engloba a la práctica totalidad de la industria que fabrica, bien sea celulosa, papel en todas sus variedades o cartón, siendo su objetivo contribuir al desarrollo competitivo y sostenible de esta industria.
Esta organización tratar de dar respuesta a los principales retos del sector en cuanto a políticas industriales o cuestiones concretas ligadas a las materias primas, gestión forestal sostenible, reciclaje y energía, pero también a otras ligadas al capital humano, la prevención de riesgos, la formación de los equipos humanos, la logística y el transporte.
Saludos, Departamento de Comunicación