- Un estudio reciente ha estimado la huella de carbono de las millas de alimentos, esto es, la distancia recorrida por éstos desde la producción hasta el consumo
- Los investigadores también estimaron que las emisiones del sistema alimentario mundial son de 15,8 GtCO 2 e, lo que equivale al 30 % de las emisiones de GEI del mundo
Cerceda, a 13 de abril de 2023.- Con la creciente demanda de diversos productos alimenticios, el transporte se ha convertido en un eslabón clave en las cadenas mundiales de suministro de alimentos.
Un estudio reciente ha estimado la huella de carbono de las millas de alimentos, esto es, la distancia recorrida por éstos desde la producción hasta el consumo. Las emisiones de 'millas de alimentos' se calcularon utilizando un modelo multirregional global que incorpora la distancia de transporte, la masa de alimentos y el tipo de transporte con el factor de emisión relevante (tasa a la que ese vehículo en particular libera CO2 en el aire). También se calcularon las emisiones totales del sistema alimentario, que incluyen las emisiones de las millas de alimentos, su producción y las emisiones por cambio de uso de la tierra.
Cuando se consideró toda la cadena de suministro de alimentos en este análisis, encontraron que las millas de alimentos globales equivalen a aproximadamente 3,0 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO 2 e), más de lo que se pensaba anteriormente. Esto indica que el transporte representa el 19% de las emisiones totales del sistema alimentario.
El transporte de frutas y verduras contribuye con el 36% de las emisiones de las millas de alimentos, alrededor del doble de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) liberados durante su producción. Asimismo, los investigadores descubrieron que las emisiones de las millas de alimentos constituían el 27 % de las emisiones totales de carga, principalmente del comercio internacional (18 %), estimando también que las emisiones del sistema alimentario mundial son de 15,8 GtCO 2 e, lo que equivale al 30 % de las emisiones de GEI del mundo.
Con un gasto mundial en alimentos de alrededor de 5 billones de dólares estadounidenses (4,85 billones de euros) en 2017 y una población mundial en crecimiento, resulta útil considerar los impactos de las millas alimentarias en el cambio climático. De ahí la necesidad de promover el consumo de alimentos locales, con la particularidad de que una mayor seguridad alimentaria a través de una mejor gestión de los sistemas alimentarios también requiere la integración de objetivos de protección ambiental.
Fuente: Retema
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