- Investigadores de la Universidad de Ohio trabajan en la obtención de un producto endurecido con caucho derivado de la fermentación microbiana que podría cumplir las mismas funciones que el plástico convencional.
- El estudio contempló la fusión del caucho en un termoplástico a base de plantas denominado PHBV, junto con peróxido orgánico y otro aditivo llamado TMPTA.
- El producto obtenido finalmente fue un 75% más resistente y un 100% más flexible que el PHBV por sí solo, siendo mucho más fácil de moldear en los envases de alimentos.
Cerceda, a 26 de abril de 2019.- Un equipo de investigación de la Universidad de Ohio trabaja en la obtención de un producto endurecido con caucho derivado de la fermentación microbiana que, según han manifestado sus promotores, podría cumplir las mismas funciones que el plástico convencional. El estudio ha sido publicado en la revista Polymers.
Señalan que en torno al 90% de los plásticos son derivados del petróleo y no biodegradables, con el consiguiente impacto ambiental, y aseguran que reemplazar el plástico convencional por fuentes renovables ha tenido un éxito limitado debido al procesamiento y a las limitaciones económicas, con la particularidad de que, hasta el momento, los productos resultantes han sido excesivamente frágiles para el envasado de alimentos.
El estudio contempló la fusión del caucho en un termoplástico a base de plantas denominado PHBV, junto con peróxido orgánico y otro aditivo llamado triacrilato de triimetilolpropano (TMPTA).
El producto obtenido finalmente fue un 75% más resistente y un 100% más flexible que el PHBV por sí solo, siendo mucho más fácil de moldear en los envases de alimentos. La flexibilidad constituye una característica especialmente importante cuando se trata de películas de plástico que se usan de forma común para envases distintos artículos: desde productos frescos hasta alimentos congelados.
Más allá de los alimentos envasados, el bioplástico también podría utilizarse en otras aplicaciones vinculadas a la alimentación tales como utensilios y tablas de cortar.
Los investigadores buscan la forma de cooperar con colegas ajenos a la ciencia de los alimentos a fin de contemplar otras aplicaciones para sus productos tales como la creación de materiales de construcción, guantes para quienes trabajan en el servicio de alimentos o piezas para automóviles y aviones.
La investigación está captando la atención de compañías interesadas en reducir su huella ambiental.
Fuente e imagen: Universidad del Estado de Ohio
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