- Tras las restricciones y los malos momentos vividos durante los dos últimos años debido al COVID-19, muchos ciudadanos se han propuesto disfrutar de un merecido descanso.
Desde Sogama continuamos apelando al “sentidiño” porque la pandemia nos sigue acechando e invitamos a la población a poner los medios para que estas vacaciones sean verdaderamente sostenibles.
1.- Planifica y presupuesta. Ten en cuenta los gastos de los desplazamientos, el lugar en el que te vayas a alojar, la manutención y el ocio, pero incluye también posibles imprevistos que puedan surgir. Ajústate al máximo a tu disponibilidad económica.
2.- Infórmate sobre tu lugar de destino. Sitios que ver, condiciones de la visita, restaurantes con una buena relación calidad-precio, costumbres, tipos de comida, niveles de seguridad, etc
3.- Prioriza el transporte público. Y, dentro de éste, los medios menos virulentos con el entorno. El avión es el más contaminante. De hecho, los vuelos en avión suponen en torno al 2% de las emisiones de CO2 en el mundo.
4.- Usa tu energía. Cuando llegues a tu destino, en trayectos relativamente cortos, desplázate caminando o en bicicleta. Es una magnífica forma de reducir tu huella ecológica. Generarás cero emisiones, harás ejercicio y explorarás el entorno de una forma saludable y divertida. En caso de tener que optar por coche, mejor eléctrico o híbrido.
5.- Elige alojamientos sostenibles. Cada vez hay más oferta. Con independencia de su clasificación, ya hay hoteles, cámpings, hostales y pensiones en los que su política ambiental incluye un menor uso de plásticos, promueven el reciclaje, obtienen energía de fuentes renovables y priorizan la compra de productos locales.
6.- Ahorra agua y energía. En tu alojamiento, gestos como reducir el número de toallas utilizadas, apagar las luces, el televisor y mantener la estancia a una temperatura adecuada, sin abusar del aire acondicionado, pueden marcar la diferencia.
7.- Comida de proximidad y de temporada. Infórmate sobre aquellos establecimientos que sirven comidas preparadas con alimentos locales y, si cocinas tú mismo, aprovecha los mercados de tu lugar de destino.
8.- Apoya el comercio local también en la compra de souvenirs. Contribuirás a la economía y empleo, y también a la reducción de emisiones, ya que no deben ser transportados, y contribuirás al empleo de los lugareños.
9.- Respeta el entorno. Infórmate sobre qué se puede y qué no se puede hacer cuando visites lugares sensibles o protegidos para no ocasionar daños.
10.- Nada al suelo. En vacaciones seguimos produciendo basura. Intenta minimizarla y bajo ningún concepto dejes desechos abandonados en el medio natural. Recógelos, clasifícalos y deposítalos en los contenedores correspondientes para que puedan ser reciclados.
11.- Recuerda que en el contenedor amarillo debes depositar los envases de plástico, las latas y los briks; en el azul, el papel y cartón; en el iglú verde, los envases de vidrio; en el marrón, la materia orgánica; y en el genérico, la fracción resto.
12.- Aprovecha las vacaciones para poner en práctica valores de respeto, protección y solidaridad con el medio ambiente, y, muy importante, trasmítelos a tus hijos, amigos, pareja. Es un buen momento para llevar a cabo una labor de educación ambiental y poner en práctica lo aprendido.