- Dado que constituyen un claro ejemplo de envases plásticos de usar y tirar, investigadores de la universidad de Costa Rica trabajan en la configuración de una lámina a partir de polímeros biodegradables para su uso en la fabricación de envases de esta tipología más sostenibles.
- La idea lleva por nombre EcoBlist y el elemento base utilizado es un compuesto completamente natural del que se sabe que sí puede ser cultivado pero que, de momento, y a fin de proteger la propiedad intelectual, no ha sido revelado.
- Si las condiciones del país mejoran y si se encuentra apoyo económico, el equipo confía que en los próximos dos años se obtengan ya resultados iniciales.
Cerceda, a 24 de septiembre de 2020.- Teniendo en cuenta que los blísteres de los medicamentos constituyen un claro ejemplo de envases plásticos de usar y tirar, jóvenes investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR), trabajan en la configuración de una lámina a partir de polímeros biodegradables para su uso en la fabricación de envases de esta tipología más sostenibles.
La idea lleva por nombre EcoBlist y el elemento base es un compuesto completamente natural del que se sabe que sí puede ser cultivado pero que, de momento, y a fin de proteger la propiedad intelectual, no ha sido dado a conocer.
“EcoBlist ayuda a que los usuarios de medicamentos utilicen empaques que aseguren la calidad, la seguridad y la eficacia de los fármacos. Al mismo tiempo, ayuda al medio ambiente, pues se trata de un empaque biodegradable”, afirmó Cristopher Rosales, uno de los integrantes del equipo.
Otro de los investigadores explicó que la idea nació después de realizar una rigurosa revisión bibliográfica en la que figuraba una investigación científica publicada por la Universidad de Georgia, Estados Unidos, que reveló que en 2015 se generaron un total de 400.000.000 de toneladas de plástico. “De esa cifra, el 36% se utilizó para la producción de envases, entre los que se encuentran los blísteres de medicamentos. Al igual que otros plásticos, causan afecciones al medio ambiente, a la salud y a la economía”.
Debido a la pandemia del COVID-19, los jóvenes no lograron consolidar un prototipo, si bien el Dr. German Madrigal Redondo, docente coordinador del curso “Gestión de la Innovación” de la Facultad de Farmacia de la UCR, aseguró que el proyecto es completamente viable y acorde a la nueva normalidad. De hecho, recibió incluso el apoyo y asesoría de varios centros de investigación costarricenses como es el caso del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA-UCR), el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (Cenibiot) y el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (Inifar-UCR).
Si las condiciones del país mejoran y si se encuentra apoyo económico, el equipo confía que en los próximos dos años se obtengan ya resultados iniciales.
Fuente: Residuos Profesional
Imagen: Pixabay