- En su informe Plásticos biodegradables y compostables: desafíos y oportunidades, describe de forma genérica los plásticos que, con frecuencia, se etiquetan de manera algo confusa como compostables, biodegradables, oxodegradables y/o de base biológica, explicando el significado de estos términos.
- Señala que es posible que muchos consumidores no sepan que las condiciones de degradación en los compostadores domésticos y a cielo abierto son muy diferentes respecto a las plantas de compostaje industrial.
- Asegura también la Agencia que, si se aplican a situaciones específicas y se gestionan correctamente una vez concluida su vida útil, estos plásticos pueden proporcionar importantes beneficios medioambientales. En otras condiciones, podrían biodegradarse lentamente o no biodegradarse o fragmentarse en microplásticos
Cerceda, a 3 de septiembre de 2020.- La mayoría de los plásticos que utilizamos hoy en día están elaborados a partir de combustibles fósiles, contribuyendo a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero desde su producción hasta su uso y posterior eliminación.
Los plásticos, incluidos sus aditivos químicos, pueden permanecer en la naturaleza durante muchos años e incorporarse a la cadena alimentaria, con los riesgos que ello conlleva. En el marco de la creciente demanda pública, varios fabricantes han introducido en el mercado plásticos considerados de base biológica, compostables o biodegradables. Sin embargo, la comercialización de los mismos tan solo alcanza el 1%.
La AEMA (Agencia Europea de Medio Ambiente) se ha pronunciado al respecto a través de su informe "Plásticos biodegradables y compostables: desafíos y oportunidades", en el que describe de forma genérica los plásticos que, con frecuencia, se etiquetan de manera algo confusa como compostables, biodegradables, oxodegradables y/o de base biológica, explicando el significado de estos términos.
Si bien cabe entender, a priori, que estos plásticos reducen el problema de contaminación originado por los plásticos no biodegradables, lo cierto es que deben gestionarse y eliminarse de forma correcta. Los microorganismos pueden descomponer los materiales biodegradables y compostables en agua, dióxido de carbono, sales minerales y nueva biomasa dentro de un período de tiempo definido, pero es posible, apunta la AEMA, que muchos consumidores no sepan que las condiciones en los compostadores domésticos y a cielo abierto son muy diferentes respecto a las plantas de compostaje industrial. La rapidez con la que un artículo de plástico biodegradable o compostable se biodegrada, depende en gran medida de las condiciones a las que está expuesto durante este proceso.
Los distintos tipos de plásticos biodegradables y compostables están diseñados para biodegradarse en condiciones específicas. En otras condiciones, podrían biodegradarse lentamente o no biodegradarse o fragmentarse en microplásticos. Por tanto, si se aplican a situaciones específicas y se gestionan correctamente una vez concluida su vida útil, pueden proporcionar importantes beneficios medioambientales. No obstante, la Agencia Europea de Medio Ambiente asegura que estos plásticos todavía están lejos de proporcionar una solución independiente a los desafíos a los que se enfrentan los plásticos en general.
El informe apunta que, introduciendo nuevas mejoras en su uso y eliminación, contribuirían a que su uso sea más efectivo, ya que es probable que el mercado de estos productos crezca en los próximos años, añadiendo que, en una economía circular en la que la Unión Europea está trabajando a través del Pacto Verde Europeo, todos los plásticos deben reciclarse en nuevos plásticos como primer paso.
Fuente e imagen: AEMA