- Un nuevo informe señala que las políticas que promueven decisiones circulares por parte de los consumidores son más efectivas si están diseñadas para abordar los factores que dan forma al comportamiento individual
Cerceda, a 3 de junio de 2022.- Según el nuevo informe de la AEMA (Agencia Europea de Medio Ambiente), que lleva por título “Habilitar las opciones del consumidor para una economía circular”, las políticas que promueven decisiones circulares por parte de los consumidores son más efectivas si están diseñadas para abordar los factores que dan forma al comportamiento individual.
Los productores no solo responden a la demanda de los consumidores, sino que también la moldean a través de los artículos ofrecidos y de cómo éstos se comercializan. Por su parte, las elecciones de los consumidores dan forma a las decisiones tomadas por los actores aguas arriba, como es el caso de los diseñadores de productos, y aguas abajo, como los recicladores en las cadenas de suministro.
OTROS FACTORES
Los factores económicos, como es el precio de los productos, suelen ser los más relevantes en la toma de decisiones del consumidor. No obstante, hay otros que entran en juego: el grado de satisfacción de los mismos, la información disponible, factores sociales tales como el cumplimiento de las normas sociales, los valores de la comunidad y ejemplos de modelos a seguir, así como las preferencias y creencias individuales relacionadas con el prestigio, la lealtad a la marca o valores personales.
Tradicionalmente, las políticas han tenido como objetivo brindar información a los consumidores (como etiquetas ecológicas) y, en menor medida, hacer que las alternativas circulares sean económicamente más atractivas.
Hay oportunidades para explorar una variedad de opciones de políticas futuras en diferentes niveles de gobernanza, incluidas exenciones fiscales y subsidios, regulaciones legalmente vinculantes, evitar el lavado verde, hacer que las opciones circulares sean más convenientes y usar etiquetas ecológicas y medidas para mejorar el apego emocional a los productos, por ejemplo.
La Unión Europea ya se ha movido para implementar medidas orientadas a hacer que las opciones favorables a la economía circular sean más atractivas y convenientes para los consumidores. Por ejemplo, la iniciativa de productos sostenibles de la Comisión Europea, que se centra en proporcionar información a través del etiquetado y pasaportes de productos , y colocar requisitos de productos centrados en la durabilidad y la reciclabilidad, entre otros.
Fuente e imagen: Retema