- Según recientes estimaciones, estos materiales, que pueden representar hasta el 74% del consumo total de plástico de la UE, no han sido priorizados para la acción a través de directivas y políticas específicas, y tampoco están supeditados a objetivos directos de reciclaje o reutilización
Cerceda, a 20 de diciembre de 2022.- La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un nuevo informe que, bajo el título “Gestión de plásticos que no son de embalaje en los flujos de residuos europeos”, proporciona una descripción general del consumo y la gestión de los plásticos que no entran en la categoría de embalaje.
Hasta la fecha, estos materiales, que pueden representar, según recientes estimaciones, hasta el 74% del consumo total de plástico de la UE, no han sido priorizados para la acción a través de directivas y políticas específicas, y tampoco están supeditados a objetivos directos de reciclaje o reutilización.
Los plásticos que no son embalaje están presentes en productos destinados a construcción de edificios y a la fabricación de vehículos, pero también son frecuentes en artículos cotidianos tales como equipos electrónicos, deportivos, pañales y cepillos de dientes, entre otros.
A día de hoy, no hay suficiente información sobre el nivel general de consumo de plástico y la generación de residuos plásticos en Europa, y es por ello que, desde la AEMA, se considera necesario desarrollar una metodología más estandarizada para rastrear los flujos de plástico que no son de embalaje, ya que permitiría un monitoreo efectivo de la cantidad total de desechos plásticos producidos y proporcionaría una evidencia mejorada para informar las decisiones políticas y de inversión.
REGULACIÓN
Los instrumentos políticos clave de la UE en el área incluyen el Plan de Acción de Economía Circular y la Estrategia Europea para Plásticos en una Economía Circular. El reciente paquete Circular Economy II, propuesto por la Comisión Europea, también contempla iniciativas sobre envases y plásticos de base biológica, compostables y biodegradables. No obstante, será necesario tener en cuenta el plástico utilizado en aplicaciones que no sean de embalaje a través de posibles medidas futuras, como la introducción de esquemas de responsabilidad ampliada del productor, objetivos de reciclaje de materiales específicos y obligaciones de notificación, aspectos que, a juicio de la AEMA, deberán abordarse si Europa quiere gestionar mejor los flujos totales de plástico en el contexto de la transformación hacia una economía circular.
Fuente: Retema
Imagen: Pixabay