- Un dato positivo que, en todo caso, representa una ventaja claramente competitiva de un material que se caracteriza por ser 100% renovable, reciclable y biodegradable, destacando también otras cualidades tales como su ligereza, resistencia, versatilidad y funcionalidad.
- Se estima que, en 2018, el principal consumo de cartón en España correspondió a productos agrícolas, con un 23,3%, seguido de los alimenticios, con un 16,4%.
Cerceda, a 14 de junio de 2019.- Los fabricantes europeos de envases de cartón han conseguido reducir en un 11% su huella de carbono, cubriendo la medición de la misma el impacto de carbono durante todo el ciclo de vida de los envases de cartón, teniendo en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero, fósiles y biogénicos, así como las emisiones de cambio directo del uso de la tierra.
Un dato positivo que, en todo caso, representa una ventaja claramente competitiva de un material que se caracteriza por ser 100% renovable, reciclable y biodegradable, y con capacidad para aportar beneficios a las diferentes áreas de la cadena de consumo, esto es, operaciones, logística, calidad, ventas, marketing, responsabilidad social corporativa y desarrollo sostenible.
El sector considera que el cartón lidera las opciones de envase respetuosas con el medio ambiente, contribuyendo al desarrollo sostenible. Características tales como su ligereza, resistencia, versatilidad y funcionalidad tienen un gran peso desde la dimensión ambiental, sin olvidar que se puede imprimir y que, además, resulta atractivo para el consumidor.
Así, el embalaje de cartón cuenta, a juicio de AFCO (Asociación Española de Fabricantes de Envases y Embalajes de Cartón Ondulado), con dos atributos únicos que lo hacen sostenible: se trata de materia prima renovable, teniendo en cuenta la capacidad de los bosques para capturar CO2, y su plena reciclabilidad, que lo reconvierte en papel y cartón nuevos, retrasando así el retorno del CO2 a la atmósfera.
Se estima que, en 2018, el principal consumo de cartón en España correspondió a productos agrícolas, con un 23,3%, seguido de los alimenticios, con un 16,4%. Encontrándose a continuación las bebidas, con un 15%, junto con el sector del audio, la electrónica y la automoción, con un 8,7%.
Fuente: Retema
Imagen: Pixabay
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