- Ello implica una reorientación hacia alternativas de origen biológico que sustituyan a los plásticos y combustibles fósiles, la eliminación del uso de sustancias químicas tóxicas y la reducción de residuos.
- Supone también aprovechar el poder de la biociencia y la biotecnología para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante, como el suministro de alimentos, fibras, productos madereros, etc, para una población en crecimiento, al tiempo que se preservan los recursos naturales.
Cerceda, a 15 de diciembre de 2020.- Una bioeconomía circular sostenible es un sistema innovador y restaurador que impulsa la industria y la economía, pero que también protege nuestro planeta para las generaciones futuras. Ello incluye una reorientación hacia alternativas de origen biológico que sustituyan a los plásticos y combustibles fósiles, la eliminación del uso de sustancias químicas tóxicas y la reducción de residuos. Supone también aprovechar el poder de la biociencia y la biotecnología para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante, como el suministro de alimentos, piensos, fibras, productos madereros, etc, para una población en crecimiento, al tiempo que se preservan los recursos naturales.
VÍAS PARA TRANSITAR HACIA LA BIOECONOMÍA CIRCULAR
La FAO está contribuyendo a la transición hacia una bioeconomía sostenible y circular, y lo hace a través de 5 vías principales:
1) Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos
Actualmente, el 14% de los alimentos producidos se pierde entre la cosecha y la fase de venta al por menor. También a nivel de los consumidores. Una bioeconomía circular supone reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos mediante el fortalecimiento de las cadenas de valor, pero también mediante la búsqueda de nuevos usos para los alimentos que se pierden o se desperdician.
2) Luchar contra la contaminación por plásticos
Un objetivo importante es el uso de más materiales hechos a partir de recursos naturales biodegradables, minimizando así los residuos de plástico y las emisiones de CO2.
Reducir el uso de plásticos en las explotaciones agrícolas constituye una parte importante de ello. Estos plásticos pueden resultar especialmente difíciles de reciclar, ya que muchos están contaminados con plaguicidas y fertilizantes. En consecuencia, la FAO está poniendo en marcha una nueva iniciativa relativa a los plásticos agrícolas para evaluar la magnitud, el destino y los efectos de los productos de plástico que se utilizan en los sistemas agroalimentarios a escala mundial.
3) Diversificar nuestras dietas y dejar de depender solo de unos pocos cultivos
De las más de 6.000 especies vegetales que se cultivan en el mundo con fines alimentarios, tan solo utilizamos nueve cultivos para generar el 66 % de nuestra producción alimentaria.
La labor de la FAO para aumentar la biodiversidad hace especial hincapié en incrementar el número de alimentos y especies a los que recurrimos. Esto puede ayudar a fomentar la diversificación de cultivos, alejándose de los beneficios económicos del monocultivo.
Además, la diversificación impulsa la nutrición. En muchas comunidades agrícolas, las personas dependen de un único cultivo básico cuya estacionalidad conlleva un período de escasez de alimentos. Impulsar la promoción de cultivos locales menos conocidos a nivel mundial, pero altamente nutritivos, puede ayudar a las comunidades a satisfacer mejor sus necesidades alimenticias.
4) Promover productos de base biológica como alternativa a los fertilizantes y plaguicidas sintéticos
El uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas químicos provoca ya problemas de contaminación del agua y el suelo, así como emisiones de gases de efecto invernadero. La búsqueda de soluciones de base biológica para estos productos químicos resulta aún más importante con una población en crecimiento a la que alimentar.
5) Restaurar las tierras degradadas y mejorar la gestión ganadera
Muchas personas en todo el mundo dependen de la ganadería para su subsistencia, pero hacerlo de manera insostenible puede degradar la tierra. El proyecto “Ganadería Climáticamente Inteligente” de la FAO fomenta la gestión ganadera sostenible en muchas partes del mundo.
Una bioeconomía circular sostenible no solo tiene sentido desde el punto de vista ambiental, sino también desde el social y el económico. La sostenibilidad constituye una oportunidad y debemos aprovecharla para proteger nuestro planeta y asegurar un futuro mejor.
Fuente: FAO
Imagen: Pixabay