- En una de las primeras jornadas en las que se abordarán temáticas de interés para el sector, se ensalzó las virtudes de este material y su extraordinaria aportación a la economía circular.
- Se trata de un metal muy resistente, no se oxida y requiere de menos energía (tan solo un 5% de la empleada la primera vez) en el proceso de fundición y reciclaje. No en vano, lleva más de un siglo reciclándose, fundiéndose y transformándose en nuevos productos.
- En el encuentro celebrado recientemente se expusieron las preocupaciones del sector y las oportunidades existentes en relación con un futuro marcado por la creciente utilización del aluminio reciclado de post consumo
- Ámbitos como los de la construcción y la automoción ya reciclan más del 90% del aluminio, y otros van en aumento.
Cerceda, a 22 de octubre de 2019.- Representantes del sector del aluminio asistieron recientemente al primer encuentro de una serie de jornadas en las que se abordarán temáticas de interés para este colectivo.
Bajo el título “Un horizonte de aluminio reciclado. Retos de futuro para la industria”, Armando Mateos, presidente de la AEA -la Asociación Española del Aluminio, que representa a más de 600 empresas del sector- ensalzó las virtudes del aluminio por su carácter plenamente reciclable y sostenible, adecuándose perfectamente al concepto de economía circular.
También en días pasados el Consejo de la Unión Europea pedía a la Comisión que adoptara un nuevo plan de acción para la Economía Circular en el que se recojan medidas más ambiciosas para estimular la transición sistemática hacia una sociedad sostenible. Es el caso de las vinculadas al diseño ecológico, incorporando la exigencia de criterios de eficiencia a los materiales tales como la durabilidad, la reparabilidad, la reciclabilidad y el contenido de material reciclado.
Las empresas del sector del aluminio quieren liderar este proces, y están desarrollando todas las estrategias y los mecanismos posibles para dirigirse hacia este modelo de economía circular. La ventaja es que el aluminio lleva reciclándose, fundiéndose y tranformándose en nuevos productos hace más de un siglo. No en vano, sus cualidades son excepcionales: es un metal muy resistente, no se oxida y requiere de menos energía (tan solo un 5% de la empleada la primera vez) en el proceso de fundición y reciclaje.
Desde la AEA señalan que, a pesar de este gran bagaje, el aluminio está en un momento en el que se incrementará exponencialmente el volumen de producto reciclado. Por lo tanto, quiere ser parte de este compromiso con la sostenibilidad, sumándose desde distintos ámbitos: como material para la construcción, la automovilística, para objetos cotidianos; en su proceso de fabricación y, especialmente, en el de reciclaje.
En esta primera Jornada Técnica se han expuesto las preocupaciones del sector, y las oportunidades existentes en relación con un futuro marcado por la creciente utilización del aluminio reciclado de post consumo.
IDONEIDAD
El empleo del aluminio supone un gran potencial para aumentar el uso sostenible de la energía. Por ejemplo, su ligereza contribuye a aumentar la eficiencia del combustible en vehículos. La reflexión de la luz del 95% del metal contribuye a la eficiencia de enfriamiento de los edificios "verdes" y mejora la eficiencia de producción de energía de las células solares.
Su resistencia y gran capacidad de reciclaje dota a los productos elaborados con aluminio de un valor añadido al permitir reducir significativamente el coste de combustibles y las emisiones a la atmósfera en múltiples aplicaciones. Sectores como los de la construcción y la automoción ya reciclan más del 90% del aluminio, y otros van en aumento.
Fuente: www.itesal.es
Imagen: Pixabay
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