- La quinta y última ronda de negociaciones comenzará el próximo lunes, 25 de noviembre, en Busán (Corea del Sur)
- Entre los temas de mayor peso a abordar son la producción de plásticos, que podría llegar a triplicarse en 2060; la contaminación marina y, muy especialmente, la financiación
Cerceda, a 22 de noviembre de 2024.- La quinta y última ronda de negociaciones para un Tratado Mundial sobre los Plásticos comenzará el próximo lunes, 25 de noviembre, en Busán (Corea del Sur), y lo hará con borradores que no han resuelto las principales contradicciones en torno a la producción de este material, la gestión de sus residuos y la contaminación marina.
La quinta ronda (INC-5) del Comité de Negociación Internacional para la Elaboración de un Instrumento Jurídicamente Vinculante sobre el Proceso de Contaminación Plástica sigue a las efectuadas previamente en Punta del Este (Uruguay), París, Nairobi y Ottawa.
Uno de los temas de mayor peso es limitar la producción de plásticos, situada actualmente en los 430 millones de toneladas anuales, cifra que podría llegar a duplicarse e incluso triplicarse hacia el año 2060.
Asimismo, otra de las cuestiones pendientes es la contaminación, en particular de los plásticos que llegan a los ríos, lagos, mares y océanos (15 millones de toneladas solo desde que se iniciaron las rondas INC en 2023), y que afectan en particular a los Estados ribereños e insulares que ven afectados su potencial pesquero, turístico y la salud de sus poblaciones.
La financiación de la gestión de los plásticos y sus residuos, constituye el asunto de mayor controversia, pues estudios recientes descargan buena parte de la responsabilidad en los países en desarrollo, con sistemas de gestión de residuos inadecuados, cuando en realidad países desarrollados exportan buena parte de sus desechos a los que se encuentran en vías de desarrollo. Es el caso de los pequeños Estados insulares, que se ven obligados a hacer frente a los residuos plásticos que llegan a sus costas.
Los expertos destacan que el Tratado debe abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, “ya que cada etapa contamina”, por lo que la ciudadanía “debe tener acceso a información precisa sobre las sustancias químicas preocupantes utilizadas en los polímeros y productos plásticos, el tipo y las cantidades de contaminantes liberados en cada una de las fases del ciclo, y los volúmenes de plásticos producidos”.
Abogan también por que los productores de plásticos rindan cuentas y hagan contribuciones a un fondo mundial para facilitar la mejor gestión de los mismos bajo el principio de que “quien contamina paga”.
Fuente: IPS
Imagen: Pixabay