- La Declaración de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alude, entre otras cuestiones, al aumento récord del nivel del mar y a las temperaturas excepcionalmente altas en tierra y en el océano (1ºC por encima de la línea de base preindustrial) durante los últimos cuatro años.
- Las inundaciones han afectado a más de 35 millones de personas y el hambre sigue avanzando debido a la incidencia de los fenómenos climáticos extremos sobre la agricultura.
- De los 17,7 millones de desplazados internos, más de 2 millones de personas lo fueron por los desastres vinculados a eventos climáticos.
- El pasado años se registraron nuevos récords de contenido de calor oceánico y el nivel medio del mar fue de aproximadamente 3,7 milímetros más alto que en 2017 y el más alto de la historia.
- Asimismo, la acidificación de los océanos está en curso y los niveles de pH global continúan disminuyendo.
Cerceda, a 3 de abril de 2019.- La Declaración de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre el estado del clima mundial en 2018 destaca la aceleración de los impactos climáticos, con aumento récord del nivel del mar, y temperaturas excepcionalmente altas en tierra y en el océano (1ºC por encima de la línea de base preindustrial) durante los últimos cuatro años.
Esta declaración se presentará oficialmente en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en una conferencia de prensa conjunta con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, la Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, María Fernanda Espionsa Garcés, y el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
LLAMADA URGENTE A LA ACCIÓN
Los datos publicados son motivo de gran preocupación y constituyen una llamada urgente a la acción.
Las inundaciones derivadas de fenómenos climáticos extremos han afectado a más de 35 millones de personas. Así se desprende de un análisis de 281 eventos registrados por el Centro de Investigación sobre Epidemiología de Desastres (CRED) y la Estrategia Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres de la ONU. Y, como ejemplos, el huracán Florence y Michael, dos de los más virulentos, provocando más de 100 muertes y un impacto económico cifrado en 49 mil millones de dólares estadounidenses. Por su parte, el tifón Mangkhut, que afectó a más de 2,4 millones de personas, se llevó la vida de 134, principalmente en Filipinas.
La incidencia en el sector agrícola también ha sido relevante dando como resultando un aumento continuo del hambre en el mundo tras un descenso prolongado. En 2017 se estimó que el número de personas subnutridas había aumentado hasta los 821 millones, en parte debido a las graves sequías asociadas con El Niño de 2015-2016
Asimismo, de los 17,7 millones de desplazados internos, más de 2 millones lo fueron por los desastres vinculados a eventos climáticos, habiéndose registrado en 2018 unos 883.000 nuevos desplazamientos, de los cuales el 32% se asociaron a inundaciones y el 29% a sequías.
En el período 2000-2016 se estimó que las personas expuestas a olas de calor aumentó en aproximadamente 125 millones y que la duración media de las mismas fue de 0,37 días más respecto al período comprendido entre 1986 y 2008.
Por su parte, los impactos ambientales ocasionan la decoloración de los corales y la reducción de los niveles de oxígeno en los océanos, esperando que el calentamiento global contribuya a la disminución observada de oxígeno en los océanos abiertos y costeros, incluidos los estuarios y los mares semicerrados.
El pasado año se registraron nuevos récords de contenido de calor oceánico y el nivel medio del mar fue de aproximadamente 3,7 milímetros más alto que en 2017 y el más alto de la historia. Igualmente, see ha constatado que la acidificación de los océanos está en curso y los niveles de pH global continúan disminuyendo, según UNESCO-COI.
Además de todo ello, cambio climático constituye una seria amenaza para los ecosistemas de turberas, ya que exacerba los efectos del drenaje y aumenta el riesgo de incendios.
Fuente: Naciones Unidas
Saludos, Departamento de Comunicación