- La Perspectiva de los Recursos Mundiales 2019, informe preparado por el Panel Internacional de Recursos, y que se dio a conocer en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que esta semana se celebra en Nairobi, augura un escenario ambiental realmente preocupante para el planeta si no se toman medidas urgentes.
- La investigación indica que la extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos son causantes de aproximadamente la mitad de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero y más del 90% de la pérdida de biodiversidad y estrés hídrico.
- La clave para revertir esta situación no reside únicamente en la mayor eficiencia de los recursos, sino en la implantación efectiva de medidas que posibiliten el tránsito desde un modelo de desarrollo lineal a uno circular.
Cerceda, a 14 de marzo de 2019.- El acelerado consumo de recursos constituye el principal desencadenante del cambio climático y la pérdida de biodiversidad; un problema que irá a más si no se toman cartas en el asunto y se aborda un ambicioso plan de acción en el que se priorice la producción y el consumo sostenibles.
La Perspectiva de los Recursos Mundiales 2019, informe preparado por el Panel Internacional de Recursos, se dio a conocer el pasado martes, 12 de marzo, en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que esta semana se celebra en Nairobi y que concluirá mañana, día 15.
En el mismo se recoge que, en las últimas cinco décadas, la población se duplicó y el producto interior bruto se caudriplicó; un período de tiempo en el que la extracción anual de materiales a nivel mundial, hasta 2017, aumentó de 27 mil millones de toneladas a 92 mil millones, previendo que, de aquí al año 2060, y de continuar las tendencias actuales, el volumen de materiales extraídos se duplique de nuevo.
El informe desvela que el uso de minerales metálicos aumentó un 2,7% anual y el uso de combustibles fósiles subió desde los 6.000 millones de toneladas en 1970 a 15.000 millones en 2017, al igual que aumentó el uso de la biomasa, desde los 9.000 millones de toneladas a los 24.000, principalmente para alimentos, materias primas y energías.
En su proyección de futuro hasta 2060, el informe prevé que el uso de los recursos naturales crecerá en un 110%, lo que conllevará a una reducción de los bosques de más del 10% y una disminución de hábitats tales como los pastizales, de un 20%. Y todo ello tendría graves consecuencias para el cambio climático, con un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de un 43%.
UN HUECO PARA LA ESPERANZA
En este marco, la investigación asegura que la mayor eficiencia de los recursos resulta clave, pero no es suficiente si no se acompaña de otras medidas, debiendo transitar desde un modelo de desarrollo lineal a uno circular basado en el máximo aprovechamiento, el ecodiseño, la reducción, la reutilización y el reciclaje. Se precisa avanzar hacia modelos compatibles con los esfuerzos de mantener el calentamiento global en 1,5ºC en este siglo.
Con políticas ambientales adecuadas, el Panel Internacional de Recursos muestra que, para 2060, el crecimiento en el uso global de los recursos podría disminuir en un 25%, el producto interior bruto podría crecer un 8%, y las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse en un 90% en comparación con las proyecciones que dan continuidad a las tendencias históricas.
Fuente: ONU Medio Ambiente
Imagen: Pixabay
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