- Al diseñar productos reparables, se amplía su ciclo de vida, con la consiguiente reducción del consumo de materiales y las cargas medioambientales asociadas.
- La reparabilidad es un aspecto inherente a las cajas de plástico reutilizables (CPR). Las plegables son fáciles de reparar, pudiéndose sustituir las partes dañadas sin tener que desechar el resto del producto.
Cerceda, a 26 de julio de 2021.- Al diseñar productos reparables, se amplía su ciclo de vida, con la consiguiente reducción del consumo de materiales y las cargas medioambientales asociadas.
La Comisión Europea define la reparación como “la capacidad de restablecer la funcionalidad de un producto tras la aparición de un fallo” y, para evaluar la reparabilidad de los productos, ha desarrollado el Sistema de Puntuación de Reparación, que se basa en tres pilares.
– Primero, se centra en las partes del producto que son más importantes para ser reparadas debido a su principal funcionalidad y/o su probabilidad de fallar.
– Segundo, se definen aquellos parámetros clave que influyen en la reparación de los productos, como la disponibilidad de piezas de repuesto, la facilidad de acceso a las mismas, la información sobre la secuencia de desmontaje y la disponibilidad.
– Y tercero, se define el sistema de puntuación basado en los parámetros técnicos seleccionados.
EL 96% DE LAS CAJAS DE PLÁSTICO REUTILIZABLES SE REPARAN
La reparabilidad es un aspecto inherente a las cajas de plástico reutilizables (CPR). Las plegables son fáciles de reparar, pudiéndose sustituir las partes dañadas sin tener que desechar el resto del producto. En última instancia, las partes que no pueden repararse, se reciclan para producir nuevas cajas. En general, alrededor del 1% de las cajas de plástico reutilizables usadas en un año para transportar productos alimentarios frescos se dañan,y el 96% se reparan.
En el caso de los artículos de consumo, hay novedades en la legislación Europea en materia de reparabilidad. En octubre de 2019, la Comisión adoptó 10 medidas dentro de la Directiva de Diseño Ecológico (2009/125/CE) que incluyen requisitos de reparabilidad y reciclabilidad para los bienes de consumo. Estos requisitos se conocen como normas de “derecho a reparación“, que se aplican a lavavajillas domésticos, lavadoras, frigoríficos, pantallas electrónicas y fuentes de luz.
A partir de abril de 2021, los fabricantes de estos productos en el mercado Europeo deberán cumplir los siguientes requisitos: garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto para reparaciones profesionales durante cierto tiempo y dentro de un plazo de entrega máximo especificado de 15 días, y dar acceso a la información sobre reparaciones, tanto a los profesionales como a los usuarios finales.
Estos requisitos están en consonancia con los tres principales aspectos que influyen en la elección de la reparación de los consumidores, en lugar de la sustitución de los productos: el coste (los productos se reparan cuando el coste de reparación es un 30-40% inferior al precio de venta), la esperanza de vida (la “disposición” de los consumidores a reparar disminuye cuando se acerca a la vida útil esperada); y el tiempo para llevar a cabo una operación de reparación (siendo aceptable por los consumidores entre 1-2 semanas).
En general, el diseño es clave para garantizar artículos duraderos y reparables. Aunque la normativa Europea empieza a centrarse en los bienes de consumo, es necesaria una visión más amplia, como en el caso de las cajas de plástico reutilizables en las cadenas de suministro de alimentos. Al diseñar cajas plegables y fácilmente reparables, se alarga la vida útil de los materiales, impulsando de este modo la Economía Circular.
Fuente: AREC (envases reutilizables)
Imagen: Pexels