- Así lo propone la Platform on Sustainable Finance que, a petición de la Comisión Europea, recoge en su informe final una serie de criterios técnicos para determinar qué actividades del sector de la construcción contribuyen sustancialmente a la economía circular
- Los edificios deberán estar compuestos en al menos un 50% de materiales reutilizados, reciclados o de fuentes responsables
- Este grupo de expertos contempla también que el 90% de los residuos no peligrosos generados en las obras, excluyendo tierras, se preparen para reutilizarse o reciclarse
Cerceda, a 26 de abril de 2022.- Los edificios, tanto nuevos como rehabilitados, deberán estar compuestos en al menos un 50%, en peso o superficie de sus elementos, de materiales reutilizados, reciclados o de fuentes responsables. Así lo propone la Platform on Sustainable Finance que, a petición de la Comisión Europea, recoge en su informe final una serie de criterios técnicos para determinar qué actividades del sector de la construcción contribuyen sustancialmente a la economía circular.
El documento, que no es oficial y que todavía debe ser analizado por la Comisión para presentar un acto delegado, especifica que, de ese 50%, un 15% deben ser componentes reutilizados, otro 15% contenidos reciclados y el 20% restante podrá ser reutilizado, reciclado o de fuentes responsables o materiales renovables.
“El sector de la construcción, basado en el modelo dominante de la economía lineal, requiere de una profunda transformación hacia un modelo circular que permita alcanzar los objetivos de descarbonización a 2050”, argumenta Dolores Huerta, directora general de Green Building Council España (GBCe).
CICLO DE VIDA
La Comisión Europea baraja también, a solicitud de la Platform on Sustainable Finance, llevar a cabo el análisis de ciclo de vida del edificio o de las obras de rehabilitación con resultados públicos, usar técnicas y diseños adaptables, flexibles y desmontables que apoyen la circularidad y conservar al menos un 50% del edificio original en las rehabilitaciones.
Asimismo, este grupo de expertos contempla que el 90% de los residuos no peligrosos generados en las obras, excluyendo tierras, se preparen para reutilizarse o reciclarse, que se usen herramientas electrónicas para describir y almacenar en un formato digital las características del edificio y que sus componentes y materiales no contengan amianto ni otras sustancias peligrosas.
Tal y como se recoge en la nueva Ley estatal de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, desde julio de 2022, los residuos de la construcción y demolición no peligrosos deberán ser clasificados en madera, fracciones de minerales, metales, vidrio, plástico y yeso. En este sentido, la demolición se llevará a cabo preferiblemente de forma selectiva, y con carácter obligatorio a partir del 1 de enero de 2024, garantizando la retirada de estos materiales.
La norma recoge, además, en su artículo 8, una jerarquía de residuos que tiene por objeto conseguir el mejor resultado medioambiental global, partiendo de la prevención.
ECODISEÑO
Igualmente, la ley contempla medidas para fomentar el diseño, la fabricación y el uso de productos que sean eficientes, duraderos, fiables, reparables, reutilizables y actualizables.
“El sector de la edificación es responsable en España del 30,1% del consumo de energía final y el 25,1% de las emisiones de carbono a la atmósfera”, especifica Borja Izaola, experto de GBCe y coordinador del proyecto LIFE Levels.
En este contexto, Bruselas ha identificado un gran potencial en la edificación para avanzar en la sostenibilidad, para lo que prevé modernizar el Reglamento de Productos de Construcción, vigente desde 2011.
Fuente: Retema
Imagen: Pixabay