- Así se anunció en la cumbre “Un Océano”, que se celebró el pasado mes de febrero en la ciudad francesa de Brest
- Los datos recopilados tienen un papel importante en la evaluación de los efectos futuros del cambio climático, ya sea el aumento de la temperatura o la subida del nivel del mar.
Cerceda, a 1 de abril de 2022.- Conocer la profundidad y el relieve del fondo marino resulta esencial para comprender la ubicación de las fallas oceánicas, el funcionamiento de las corrientes y las mareas, así como el transporte de sedimentos.
Más allá de ayudar a proteger a las poblaciones anticipando los riesgos sísmicos y de tsunamis, de identificar los lugares naturales que hay que salvaguardar y los recursos pesqueros que deben ser explotados de una forma sostenible, de planificar la construcción de infraestructuras en alta mar o a responder eficazmente a catástrofes, estos datos también tienen un papel importante en la evaluación de los efectos futuros del cambio climático, ya sea el aumento de la temperatura o la subida del nivel del mar.
2017, PUNTO DE INFLEXIÓN
En 2017, la UNESCO y la Nippon Foundation, la mayor fundación privada del Japón, lanzaron el programa “Seabed 2030”, que recopila todos los datos recogidos sobre los fondos marinos cercanos a sus costas y que ha permitido convencer a muchos Estados de que los compartan. Hace cinco años, cuando se puso en marcha este programa, solo el 6% de los fondos marinos estaba cartografiado; hoy se sitúa en el 20%.
El potencial para acelerar la cartografía de los fondos marinos se ha reforzado con la eficacia de las herramientas tecnológicas, fruto de la innovación. Mientras que antes estaban fijadas a bordo de buques tripulados, ahora los científicos pueden pilotarlos a distancia en buques autónomos, según el mismo principio que los drones aéreos. Esta solución abre la posibilidad de cartografiar el fondo marino mucho más allá de las rutas de navegación habituales, con la particularidad de que resulta más asequible.
MAPA MUNDIAL DE LOS FONDOS MARINOS
Con motivo de la Cumbre “Un Océano”, celebrada el pasado mes de febrero, los expertos de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) ya han evaluado los recursos necesarios para alcanzar este objetivo del 80% en 2030. Se han basado en tres ejes:
- La movilización de una flota de 50 buques especialmente dedicados a la cartografía de los fondos marinos.
- Intensificación del uso del sonar en los buques autónomos.
- La transmisión, por parte de gobiernos y empresas, de datos cartográficos que ya tienen en su poder pero que mantienen archivados.
Para 2023, se pondrá en marcha una herramienta de seguimiento global que informará anualmente sobre el progreso de la cartografía e identificará dónde están las lagunas restantes. Este mapa mundial de los fondos marinos será uno de los legados del Decenio de los Océanos de las Naciones Unidas.
La COI de la UNESCO, fundada en 1960 y a la que se han adherido 150 países, coordina programas mundiales tales como la cartografía oceánica, la vigilancia de la salud de los océanos y la prevención del riesgo de tsunamis, además de numerosos proyectos de investigación científica.
La agencia es también la guardiana de lugares oceánicos únicos, a través de 232 reservas de la biosfera marina y 50 sitios marinos del Patrimonio Mundial de valor universal excepcional.
La UNESCO dirige el Decenio de las Naciones Unidas para las Ciencias Oceánicas al servicio del desarrollo sostenible (2021-2030), que este año se traduce en la organización de varias cumbres internacionales que contribuyen a amplificar la movilización colectiva.
Fuente: UNESCO
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