- Como parte de la Estrategia de Plástico aprobada en enero del pasado año, la UE desarrollará nuevas reglas de empaquetado para mejorar el reciclaje de este material y aumentar la demanda de productos reciclados, previendo igualmente optimizar y ampliar las instalaciones de reciclaje, así como promover un sistema más estandarizado para la recogida separada y la clasificación de residuos.
- ONU Medio Ambiente indica que es necesario apoyar estrategias de gestión de residuos en los países menos desarrollados, donde las autoridades municipales carecen muchas veces de la capacidad para implementar políticas adecuadas, con la particularidad de que estos países suelen ser las principales fuentes de contaminación marina.
Cerceda, a 21 de enero de 2019.- Según ONU Medio Ambiente, se producen en el mundo cada año alrededor de 300 millones de toneladas de residuos plásticos, pero sólo se recoge para su reciclaje el 14%.
Advierte que no todo el plástico se puede reciclar y, en muchos casos, los artículos resultan contaminados, lo que incrementa los costes del proceso de recuperación. La Unión Europea recicla menos del 30% de sus 25 millones de residuos plásticos.
En enero de 2018, la Comisión Europea aprobó una Estrategia de Plástico con la pretensión de que, en el año 2030, todos los envases fabricados con este material fuesen reutilizables o reciclables. Un objetivo con el que, además, se podrían crear 200.000 nuevos empleos si la capacidad de reciclaje se multiplicase por cuatro.
Como parte de esta estrategia, la UE desarrollará nuevas reglas de empaquetado para mejorar el reciclaje de plásticos y aumentar la demanda de productos reciclados, previendo igualmente optimizar y ampliar la instalaciones de reciclaje, así como impulsar un sistema más estandarizado para la recogida separada y la clasificación de residuos.
ONU Medio Ambiente, que lidera desde 2017 la campaña “Mares Limpios” con el fin de impulsar la eliminación de los plásticos de un solo uso, uno de los principales azotes medioambientales que sufren los océanos, con un negativo impacto ambiental sobre los ecosistemas marinos, los animales, la pesca, el turismo y la cadena alimentaria humana, apoya la implantación de sistemas integrados de gestión de residuos a través de su Centro Internacional de Tecnología Ambiental en Japón.
En este sentido, indica que es necesario apoyar estrategias de gestión de residuos en los países menos desarrollados, donde las autoridades municipales carecen muchas veces de la capacidad para implementar políticas adecuadas, con la particularidad de que estos países suelen ser las principales fuentes de contaminación marina. Ejemplo de ello es que el 90% del plástico que acaba en nuestros océanos procede de sólo 10 ríos, 8 de ellos en Asia.
Grandes corporaciones ya están tomando cartas en el asunto y trabajan en colaboración para invertir en nuevas tecnologías que permitan incrementar el reciclaje y avanzar hacia la economía circular. No obstante, ello debe ser complementado con la formación y la concienciación.
“No existe una solución mágica para resolver el problema de la basura marina y aumentar el reciclaje, ya que invertir en educación pública sin que haya infraestructura no dará resultados, ni viceversa. Este es un desafío del sistema que requiere soluciones sistémicas”, asegura Rob Kaplan, fundador y director de Circulate Capital.
Fuente: ONU Medio Ambiente
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