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Un nuevo informe del PNUMA alude a una serie de cambios críticos que están acelerando la triple crisis planetaria: la degradación del mundo natural, el rápido desarrollo de tecnologías como la IA, la competencia por los recursos naturales, el aumento de las desigualdades y la disminución de la confianza en las instituciones
Cerceda, a 17 de julio de 2024. Un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo Internacional de Ciencias (ISC, por sus siglas en inglés), y que lleva por título “Navegando nuevos horizontes: un informe de previsión mundial sobre la salud planetaria y el bienestar humano”, se hace eco de ocho cambios mundiales críticos que están acelerando la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y naturaleza, y contaminación y desechos.
Los cambios incluyen la degradación del mundo natural por parte de la humanidad, el rápido desarrollo de tecnologías como la IA, la competencia por los recursos naturales, el aumento de las desigualdades y la disminución de la confianza en las instituciones. Estos cambios están creando una policrisis con enormes consecuencias para el bienestar humano y planetario.
Entre las dieciocho señales de cambio que las acompañan, identificadas por cientos de personas expertas a nivel mundial a través de consultas regionales y con las partes interesadas, se alude a las siguientes:
- Se prevé que la demanda de elementos críticos de tierras raras, minerales y metales para impulsar la transición hacia el objetivo de cero emisiones netas se multiplique por cuatro de aquí a 2040, lo que aumentará las peticiones de extracción en aguas profundas e incluso en el espacio. Esto plantea amenazas potenciales para la naturaleza y la biodiversidad, ya que podría aumentar la contaminación y los desechos, y desencadenar más conflictos.
- Al descongelarse el permafrost en un planeta cada vez más caluroso, es posible que se liberen organismos ancestrales que pueden ser patógenos, lo que tendría importantes consecuencias para el medio ambiente, los animales y los seres humanos.
- Aunque la inteligencia artificial (IA) y la transformación digital pueden aportar beneficios, existen repercusiones ambientales, como el aumento de la demanda de minerales críticos y elementos de tierras raras y de recursos hídricos para satisfacer la demanda de los centros de datos. El uso de la IA en sistemas de armamento y aplicaciones militares, y el desarrollo de la biología sintética, necesitan una revisión cuidadosa a través de una perspectiva ambiental.
- Los conflictos armados y la violencia están aumentando y evolucionando, provocando la degradación de los ecosistemas y la contaminación, lo que repercute en las poblaciones vulnerables.
- Los desplazamientos forzados aumentan el impacto sobre la salud humana y el medio ambiente. Actualmente, una de cada 69 personas se ve obligada a desplazarse, una cifra que prácticamente se ha duplicado con respecto a hace diez años. Los conflictos y el cambio climático son sus principales desencadenantes.
No obstante, y a pesar de estas señales de cambio, el informe concluye que el uso de herramientas de previsión puede ayudar al mundo a anticiparse y prepararse para los próximos desafíos emergentes y las futuras perturbaciones. Así, el informe recomienda adoptar un nuevo contrato social en el que participen diversas partes interesadas, incluidos los Pueblos Indígenas, dar más voz a la juventud y replantearse las medidas de progreso para ir más allá del PIB.
Asimismo, los gobiernos y las sociedades también pueden introducir objetivos e indicadores a más corto plazo que les permitan ser más ágiles en la gobernanza.
Si bien es cierto que los impactos de las múltiples crisis están amplificando los daños al medio ambiente y a la salud humana, las soluciones están a la vista y hay acciones en marcha que abordarían los cambios globales y las señales de cambio identificadas en el informe. El proceso de previsión puede ayudar a acelerar estas acciones de respuesta y a desencadenar muchas más.
Fuente e imagen: ONU Medio Ambiente