- La FAO insiste en que el establecimiento de un sistema alimentario respetuoso con el entorno, la cultura y el bienestar de las personas, puede contribuir al desarrollo sostenible.
- Se trata de formas de alimentarse con una serie de beneficios tales como la reducción del colesterol y la prevención de enfermedades cardiacas y diabetes.
Cerceda, a 11 de diciembre de 2019.- A pesar de los grandes beneficios de las dietas tradicionales, factores como los cambios en los hábitos alimentarios, patrones de consumo, crecimiento demográfico, urbanización, globalización, presiones económicas y el acelerado ritmo de vida, hacen que no las tengamos en cuenta ni tomemos conciencia de sus bondades para la salud y la protección del medio ambiente.
La FAO insiste en que el establecimiento de un sistema alimentario respetuoso con el entorno, la cultura y el bienestar de las personas, puede contribuir al desarrollo sostenible, de ahí que abogue por divulgar información sobre estas dietas para que la ciudadanía tome conciencia sobre la forma en la que favorecen la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En su momento, Qu Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), llamó la atención sobre la necesidad de “hacer disponibles y asequibles” los alimentos tradicionales, sobre todo para los grupos más vulnerables, a fin de mejorar su salud.
Citó como ejemplo la dieta mediterránea, que implica una elevada ingesta de gran variedad de hortalizas, frutas, legumbres, hierbas y aceite de oliva, así como la nueva dieta nórdica, la dieta tradicional japonesa y la cocina regional del Sur de China. Señaló que todas estas formas de alimentarse acarrean una serie de beneficios tales como la reducción del colesterol y la prevención de enfermedades cardiacas y diabetes.
En este sentido, apeló a la conveniencia de sumar fuerzas para que las dietas tradicionales recuperen su lugar mediante iniciativas que despierten el interés de los jóvenes en el redescubrimiento de las comidas sanas hechas en casa y desalienten el consumo de la comida rápida.
La FAO se ha referido a la malnutrición en todas sus formas como uno de los mayores desafíos de este siglo y las dietas poco saludables son una de las principales causas de ese complejo problema.
En colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la FAO publicó recientemente los Principios para lograr dietas saludables con el fin de apoyar a los países a promover esta forma de comer.
El año entrante se cumplirá una década desde que la UNESCO declarara la dieta mediterránea como patrimonio cultural inmaterial.
Imagen: Pixabay
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