- Así lo manifestó en Ecovoz Arancha Mañas Álvarez, gerente de la empresa gallega PMA Nutrigras, centrada en la gestión de residuos peligrosos generados por talleres e industrias y en los no peligrosos como el aceite vegetal usado.
- En este segundo caso, y tras la recogida del mismo, se trata y prepara en la planta que esta firma tiene en la localidad pontevedresa de Mos, desde donde se remite a una refinería para convertirlo en biocombustible.
- Una gestión con la que se consigue un importante beneficio ambiental, transformando un residuo en un recurso, así como económico, toda vez que el coste que supone eliminar un kilo de grasa contenida en el aceite en una depuradora municipal asciende a 3 euros.
- Desde hace una década, y como parte de su ética empresarial, la compañía lleva a cabo una importante labor de formación y concienciación de la ciudadanía en gestión sostenible de residuos, prestando especial atención a los escolares.
Cerceda, a 1 de abril de 2019.- PMA Nutrigras es una empresa familiar de capital gallego con historia y pionera en su sector. Una de las pocas que ya hace más de 25 años hacían economía circular al posibilitar la transformación de residuos en recursos, contribuyendo a la protección del medio ambiente.
Su actividad estuvo vinculada desde siempre a la gestión sostenible de los desechos en dos facetas: como agente intermediario, sobre todo en las provincias de Ourense y Pontevedra, a través de la recogida, almacenamiento y valorización de residuos peligrosos generados por talleres e industrias que llevan a cabo un proceso productivo, y a través de la gestión directa de un residuo no peligroso como es el aceite vegetal usado.
Así lo explicó en el programa radiofónico Ecovoz la gerente de esta firma, Arancha Mañas Álvarez, donde recordó que ya en 1991 comenzaron con la recogida puerta a puerta del aceite usado en establecimientos de hostelería a través de bidones de 50 litros. Cuando estos se llenaban, se recogían y dejaban otros; un arduo trabajo que implicaba un gran esfuerzo logístico y que requería de la plena sincronización de todos los actores implicados.
Este aceite recibe tratamiento en la planta que PMA Nutrigras tiene en la localidad pontevedresa de Mos. Allí se retira el agua y restos de frituras, se equilibra la acidez, toda vez que ha podido ser alterada debido a la altas temperaturas a las que se somete el aceite en la cocina y, una vez cuentan con materia prima suficiente para cargar una cisterna de 25 toneladas, la transportan a una refinería, donde se convierte en biocombustible.
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL, ECONÓMICA Y SOCIAL
Con este proceso se consiguen importantes beneficios, especialmente en el plano medioambiental y económico. Tal y como argumentó Mañas Álvarez, “si este aceite usado se vierte por el fregadero, cuando llega a las depuradoras municipales forma una grasa que ocasiona serios problemas en el funcionamiento de las mismas, con los consiguientes costes”. Lo ejemplificó e una forma muy sencilla, ya que eliminar 1 kilo de esa grasa en depuradora supone un desembolso de 3 euros.
Con el sistema que aplica PMA Nutrigras, se pone en valor un residuo, evitando estos inconvenientes y convirtiéndolo en una nueva materia prima que se introduce en el circuito comercial evitando el consumo de recursos.
No obstante, la política y ética empresarial de esta compañía les lleva a ir más allá de la labor puramente industrial. Es por ello que desde hace una década se han implicado de forma activa en la formación y concienciación de la ciudadanía en la gestión sostenible de los residuos, pero no solo de los peligrosos y aceites vegetales. Este año quieren ir más allá y por ello se han aliado con una firma de eventos para introducir la concienciación ambiental en los centros escolares de una forma lúdica y divertida. “Queremos contribuir a que los adultos del mañana se comprometan con la protección ambiental”, aseguró Arancha Mañas, quien incidió en la importancia de que el residuo llegue en las mejores condiciones al gestor final y “para ello se necesita de la complicidad de la ciudadanía”.
Saludos, Departamento de Comunicación