- A pesar de que sólo cubren alrededor del 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales
- Constituyen uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra, ya que, entre otros beneficios, representan una solución natural al cambio climático, nos protegen de catástrofes naturales, regulan y purifican el agua, y son el medio de subsistencia para más de 1.000 millones de personas en el mundo.
- No obstante, con una pérdida del 35% a nivel mundial desde 1970, están seriamente amenazados, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
Cerceda, a 2 de febrero de 2022.- Hoy se celebra el Día Mundial de los Humedales, ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal asociada al mismo.
La temática de 2022 “Acción en favor de los humedales para las personas y la naturaleza”, destaca la importancia de lograr que los humedales se usen de forma sostenible y racional. Por tanto, la campaña de este año es una llamada urgente a la acción para que se tomen medidas y se invierta capital financiero, humano y político en evitar que los humedales del mundo desaparezcan por completo y restaurar los que ya se han perdido.
BENEFICIOS
En este sentido, cabe destacar que representan uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra, indispensables para los seres humanos y la naturaleza por su valor intrínseco y por los beneficios y servicios que proporcionan, incluidas sus contribuciones ambientales, climáticas, ecológicas, sociales, económicas, científicas, educativas, culturales, recreativas y estéticas al desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad.
A pesar de que sólo cubren alrededor del 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales. Su diversidad biológica es crucial para la salud humana, el suministro de alimentos, el transporte y las actividades económicas que generan empleo, como la pesca y el turismo.
Los humedales son vitales para los seres humanos, para otros ecosistemas y para nuestro clima, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales como la regulación y purificación del agua, incluyendo el control de las inundaciones.
Constituyen una solución natural al cambio climático. De hecho, las turberas, los manglares y las praderas marinas son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos. Sin embargo, cuando se drenan y destruyen, emiten grandes cantidades de carbono.
También nos protegen de catástrofes naturales. Ante la subida del nivel del mar, los humedales costeros reducen el impacto de los huracanes y los tsunamis, fijan la línea de costa y resisten la erosión.
Asimismo, más de 1.000 millones de personas (una octava parte de la población terrestre) que viven en zonas rurales y urbanas de todo el mundo dependen de estos ecosistemas como medio de subsistencia.
Unos humedales sanos también son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial los relativos al objetivo 6: para garantizar agua limpia y saneamiento para todos, y proteger los ecosistemas relacionados con el agua; objetivo 14, para la conservación y uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos; y el objetivo 15, por la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce-
AMENAZAS
No obstante, y a pesar de estos grandes beneficios, son uno de los ecosistemas que sufren mayor deterioro, pérdida y degradación, y se prevé que esta tendencia negativa continúe como consecuencia del rápido crecimiento de la población, la producción y el consumo insostenible, el desarrollo tecnológico y el cambio climático.
Con una pérdida del 35% a nivel mundial desde 1970, son el ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
Fuente: ONU
Imagen: Pexels