- Las mascarillas, test de antígenos, guantes de látex y cualquier otro residuo sanitario derivados de la COVID-19 deben tirarse en el contenedor de la fracción resto (bolsa de basura negra)
- En el Punto SIGRE de la farmacia solo deben desecharse medicamentos caducados o no utilizados y los envases vacíos, tras acabar su contenido, junto con sus cajas y prospectos
Cerceda, a 23 de febrero de 2022.- SIGRE recuerda a todos los ciudadanos que los residuos derivados de la COVID-19, como las mascarillas, guantes de látex y test de antígenos, no deben depositarse en el Punto SIGRE de la farmacia, al no tratarse de residuos de medicamentos.
Estos productos deben desecharse en el cubo de la basura normal o fracción resto (bolsa negra), donde van los residuos que no pueden ser reciclados. En el caso de los test de antígenos, estos suelen venir con una bolsa para introducir todos los elementos del test y depositarlos de forma segura en la basura doméstica. Bajo ninguna circunstancia estos residuos deben llevarse al Punto SIGRE, ya que no se tratan de un medicamento.
No obstante, se debe destacar que los envases donde vienen las mascarillas, guantes y test de antígenos sí deberán depositarse en el contenedor de recogida selectiva de envases correspondiente: azul para las cajas de cartón, amarillo para las bolsas de plástico, etc.
También es importante recordar que existen otros muchos residuos sanitarios que no podemos llevar al Punto SIGRE, como son las agujas, los termómetros, el material de cura, las gasas, las vendas, los productos de nutrición, las sondas, las radiografías, los glucómetros, las pilas, los productos o reactivos químicos y cualquier prueba de diagnóstico doméstico (embarazo, VIH, etc.).
QUÉ LLEVAR AL PUNTO SIGRE
Al contenedor blanco de las farmacias sí hay que llevar los envases vacíos de medicamentos (cajas de cartón, blísteres de plástico o aluminio, frascos de vidrio, sobres, inhaladores, viales, tubos de pastillas, pomadas, etc.), además de los restos de medicamentos caducados o en mal estado de conservación y la medicación sobrante de tratamientos ya finalizados. Y, todo ello, siempre dentro de su envase, con su caja y prospecto respectivos.
En este sentido, se recuerda que los envases vacíos de medicamentos no deben depositarse en otros contenedores de reciclaje, debido a que han estado en contacto con sustancias farmacéuticas y necesitan un tratamiento específico para proteger nuestra salud y el medio ambiente.
Fuente e imagen: SIGRE