- Integrada por personas con enfermedad mental, la asociación pretende instaurar las buenas prácticas ambientales, constituyendo la correcta gestión de los residuos uno de los grandes pasos a dar.
- Los educadores al servicio de Sogama profundizarán en el principio de las tres erres, así como en la necesidad de minimizar el desperdicio alimentario y poner en valor la materia orgánica a través de su conversión en compost.
Cerceda, a 6 de noviembre de 2019.- Los usuarios adscritos a la Asociación Avelaíña de A Guarda (Pontevedra), entidad sin ánimo de lucro integrada por personas con enfermedad mental, así como por familiares, cuidadores y, en general, ciudadanos sensibilizados con este problema de salud, recibirán el próximo 7 de noviembre la visita de los educadores de Sogama para aprender un poco más sobre sostenibilidad.
Con un enfoque eminentemente pedagógico y adaptado a las características de este colectivo, se les explicará la importancia que tiene cuidar el medio ambiente a través de la gestión sostenible de los residuos urbanos. Para ello, los monitores profundizarán en el principio de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), trasladando las claves para minimizar la producción de basira, para alargar la vida útil de los productos a través de la reutilización y para contribuir al reciclaje de los mismos, una vez convertidos en desechos haciéndose necesario proceder a su separación en origen y correcto depósito en los diferentes contenedores de recogida selectiva.
Asimismo, se proporcionarán las claves para una alimentación equilibrada y saludable, y también para disminuir el desperdicio alimentario, un problema asentado en todo el mundo por diversas circunstancias. En los países desarrollados, por un consumismo excesivo y, en los menos desarrollados, por no disponer de sistemas adecuados de almacenamiento, transporte y comercialización.
Comprar sólo lo que se precise, diferenciar entre fecha de caducidad y fecha de consumo responsable, ajustar las raciones al número de comensales y aprovechar las sobras para elaborar nuevos menús, constituyen sencillos gestos con los que reducir en gran medida la cantidad de comida que a diario acaba en el cubo de basura.
Y para los restos alimentarios no comestibles y restos vegetales, el compostaje constituye una magnífica opción. De hecho, esta asociación cuenta con un compostador en el que la materia orgánica generada en el centro cobra valor a través de su transformación en abono natural de alta calidad.
Saludos, Departamento de Comunicación